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2010-12-23

Celeste Caracol

Celeste caracol:

Pequeño caracolsito caminante
Que llevas encima tu casita
Oscura, espiralada y bonita
Por la pared subes desafiante!

Eres tu, oh!, muy tolerante
Por que te desprecia Celestita?
Que prejuiciosa es Pochoclita!
Esto me deja a mi pensante...

Yo a Celeste en esto no la entiendo!
Yo sé, caracol, que estas sufriendo.
¿Por que será que de ti desconfía?

Tu eres como pocos un ser inocente!
Andas lento con tu casa complaciente!
¿Podrás hacer alguna ves que ella sonría?



Joaquín Armental
Jora Supay


Aclaraciones para no-entendidos:
Celestita le tiene "miedo" a los caracoles.
Pochoclita es un apodo que Alejandrina (amiga de Celes) le puso a la misma.

2010-12-15

Primer Ensayo Sobre la Revolución

Cada tanto surge alguna revolución con una ideología fresca. Advierte los problemas del modelo actual (respectivo a la revolución pertinente) y propone un nuevo modelo sin los problemas del anterior. La ideología fresca y la ausencia del problema del modelo anterior pretende un nuevo y mejor modelo. Todos los nuevos modelos, sin excepción, son hipotético o teóricos, y requieren ser implementados para ser verdaderamente abordados. El nuevo modelo acarrea entonces nuevos problemas…
Es predecible que los problemas del nuevo modelo se ramifiquen y desarrollen junto a los demás aspectos del modelo revolucionario ahora instaurado como oficial. Es predecible que el modelo, ahora oficial y antes revolucionario, se enfrente a posteriores revoluciones con ideologías frescas y con un modelo con nuevos problemas.

Lo que pasa es que, como dije, un nuevo modelo es una hipótesis o una teoría. Las revoluciones acostumbran cambiar los modelos. Los modelos viejos están llenos de problemas, pero los modelos nuevos están llenos de aspectos experimentales que causarán, sin lugar a dudas, problemas nuevos. Entonces, al cambiar el modelo lo que se hace en realidad es cambiar los problemas viejos pro problemas nuevos. Los cambios de este tipo son cambios superficiales, y todos sabemos que los cambios superficiales no sirven para nada. Los cambios deben ser profundos, ir a la esencia del problema en lugar de ocultarlo o tratarlo paleativamente, y en eso consiste cambiar un modelo.

La defensa del revolucionario es la oposición al conservador. El conservador se adapta al modelo y se aprovecha de sus problemas consiguiendo un beneficio. El revolucionario puede tener una buena o mala intención, aunque generalmente se trata de buenas intenciones pero mal implementadas. El cambio revolucionario genera nuevos problemas, y los conservadores se amoldarán a los nuevos problemas y los usarán en su provecho. Muchos revolucionarios se transformarán en conservadores inclusive.

Como ya dije, los cambios deben ser profundos y no superficiales. Ante un modelo con problemas hay que solucionar los problemas en lugar de cambiarlos por nuevos. Para solucionar los problemas hay que antes reconocerlos y entenderlos. En un modelo aquello que no es problemático es de alguna forma positivo. Corrigiendo los problemas en el modelo se generarán algunos nuevos problemas que también deberán ser corregidos. Los problemas surgidos de la corrección de otros problemas son problemas mejor mente entendibles y tratables que problemas radicalmente diferentes bajo modelos radicalmente diferentes. Es por otro lado observable que todos los modelos, de ser tratados internamente en lugar de ser cambiados, llegarían paulatinamente a un modelo bastante equilibrado y similar a los demás. Esto se debe a que los sociedades, o sujetos, o individuos, o como se lo plantee en el caso, son semejantes en sus interacciones y necesidades básicas. A su vez, las diferencias entre sujetos pueden, en lugar de servir como agentes separadores y aglutinante, resultar como características compensatorias.

Es en cierta forma razonable la frase que reza "mejor malo conocido que bueno por conocer"… Pero es malinterpretada y mal implementada. Lo "bueno por conocer" contiene también un "mal por conocer", o "mal desconocido". Lo "malo conocido" es un problema que sí podemos tratar y podemos tratarlo inmediatamente. Lo que sería mas adecuado sería "mejor corregir el mal conocido que buscar un bien desconocido cuyo mal aun no podemos ni prever ni tratar".

La revolución entonces solo tiene valides en circunstancias extremas en las que la corrupción del modelo sea irrecuperable. Acarrea situaciones contraproducentes, claro, y deberán ser analizadas y previstas lo mejor posible antes de una acción revolucionaria.
Siempre que sea posible, y "el ahora" suele ser un momento en que es posible, se debe tratar con el modelo presente en lugar de buscar un nuevo modelo. Entonces, lo ideal es corregir los problemas del modelo. Entonces hay que considerar que "el ser conservador" es en cierta forma un problema… Sabemos que hay cosas que hay que conservar, lo positivo, y que hay cosas que hay que cambiar, lo negativo. El "ser conservador" trae intrínsicamente el concepto de "mantener todo como está", y esto solo le conviene a los que se pueden beneficiar de los problemas del modelo. Entonces, uno no debería ser ni revolucionario ni conservador. No voy a usar una palabra para definir como se debería ser, cualquier palabra contendría un significado o connotación diferente a lo que yo quisiera decir…

Lo que primero habría que desarrollar ante un modelo es la libre crítica sobre la realidad, los hechos y los fenómenos. De este modo podremos tratar con el modelo y sus problemas sin dogmas ni influencias inconvenientes. Es fundamental también estudiar para entender el funcionamiento del modelo y de sus problemas. Combatir el problemas es también una acción superficial y en lugar de ello hay que buscar el origen del problema. El origen del problemas es lo que hay que combatir, ya sea suprimiéndolo o compensándolo de alguna forma. Es esperable que, de ser así, se genere con el tiempo un sano equilibrio.



Últimas consideraciones:

Primero que nada, hay que saber que las revoluciones raramente son movimientos impulsados por grandes grupos. Suelen haber grupos reducidos que son los que obtendrán los beneficios cuando el modelo revolucionario se transforme en modelo oficial y conservador.

Segundo. Estos conceptos son aplicables a toda "entidad humanoide". A un estado o nación, a una agrupación, a una empresa u organización, a un partido político, a una agrupación religiosa, a una agrupación civil pequeña, a una familia, a un club o simplemente a un solo sujeto.

Entonces uso a un sujeto como ejemplo para no involucrarme con ideologías políticas… Un sujeto con problemas tenderá a maravillarse por la eficacia de uno o mas sujetos portadores de un modelo de vida diferente. Asumirá el sujeto afectado que cambiando su modelo por el modelo de los otros sujetos se librará de sus problemas. En cierta forma, el modelo de vida responde al trato que se le dan a los defectos y virtudes. Para poseer un modelo en partícula habrá antes que tener determinados defectos y virtudes y tratarlos de una forma particular. El sujeto afectado adoptará el modelo de vida nuevo ocultando sus problemas pero estos ser harán presentes de otra forma. Solo cuando el sujeto enfrente a sus problemas podrá reconocer los modelos que en verdad le satisfagan, pero lo mas probable es que… Habiendo el sujeto corregido (o corrigiendo) sus problemas, se hará de su propio y personal modelo de vida. Se trata de un proceso de evolución y trascendencia, y no de radicales cambios superficiales.

2010-12-07

La Escapada de Narutolandia, Acto 8

Habíamos salido del centro de control de sonido en donde estaba el enigmático Pablín. La escalera caracol por la que habíamos bajado nos condujo a un callejón iluminado en donde algunos sujetos se concentraban en sus cosas. Por un momento el lugar me pareció tan gris como aquél lugar de donde venía, pero duraría poco ese sentimiento. Seguimos por el callejón y llegamos a una avenida.
B—Busquemos la salida de Narutolandia hacia ese “afuera”. Acá hace mucho calor y me está empezando a doler la cabeza.
J—Vamos entonces.
L—Pero quedémonos cerca, no quisiera perderlos entre esta multitud en este lugar tan peligroso.
B—A lo sumo te perderías vos… Yo te ofrecí comprarte un collar con cascabel…
L—¡Shuuuu!
J—Pero te verías linda con un cascabel.
L—¡Nada!
La música seguía sonando, era distorsionada y muy fuerte, la multitud estaba satisfecha. Siluetas de muchos atuendos saltaban y se contorsionaban, parecían poseídos. Algunas siluetas abrieron paso a la visión y detrás de ellas apareció la figura femenina de una egipcia semidesnuda. Era como Cleopatra. Solo vestía unos pequeños paños blancos traslúcidos y joyería dorada. Su cabello, típico de una egipcia noble, era negro y crespo. Tenía una tiara con una serpiente y maquillaje egipcio. Tenía también un largo bastón sacerdotal. Se movía al compás de la música con vaivenes sensuales mientras clavaba por segundos la mirada en los hombres que la rodeaban. Entonces advertí que solo estaba rodeada de hombres. No podía dejar de mirarla, yo estaba como hechizado…
L—¡No mires eso!— Lucía me encestó un fuerte golpe en el hombro y pude recobrar la conciencia, de vuelta oía el sonido de la música metálica y me sentí un poco mareado.
J—Estabas muy concentrado parece…
L—¡Si, demasiado!
B—Soy de carne y hueso… Además no tengo que darle explicaciones a nadie— Aparté mi rostro con gesto teatral, luego volví a ver a Lucía, me sacaba la lengua mientras fruncía las cejas.
En verdad me había quedado pensando en esa mujer… No por que sea atractiva, sino por la extraña situación. Algo se había apoderado de mi, y apuesto que lo mismo se había apoderado de los hombres que la rodeaban. Era como una hechicera, una embrujadora, una clase de trampa para los hombres. Avanzamos entonces tratando de cruzar la avenida que ahora parecía un carnaval, todos saltaban y se amontonaban, era como atravesar un río rápido de montaña.
Pasábamos entre las personas como abriéndonos paso entre pesados tapados de pieles dentro de un ropero… En un momento me di vuelta en busca de mis amigos, pero ya no estaban allí! Me alarmé de inmediato, empecé a buscarlos con la mirada, me paré en punta de pie para ver si reconocía sus cabezas, pero no pude hallarlos. Hice un mal movimiento y perdí el equilibrio y caí al suelo. En el piso me rodeaban las zapatillas, estas se movían amenazantes alrededor mío, pero de pronto todas se apartaron y un par de delicados pies en sandalias doradas se posaron ante mi. Alcé lentamente la mirada, algo en mi me decía que sabía a quien le pertenecían esos pies, y recorrí las piernas que les correspondían, y me encontré con ella, la hechicera egipcia.
Atravesé su cuerpo con la mirada y llegué a sus ojos, me miró penetrantemente con sus lunas negras y todo se volvió diferente para mi. Me sentía como Frodo cuando se puso el anillo por primera vez. Me sentí ligero y sé que me levanté y una nueva música sonaba para mi, y dancé extasiado! No recuerdo mucho de todo lo que pasó, solo que estaba en una multitud de hombres que danzábamos contentos, separados de lo que nos rodeaba, en nuestro propio carnaval, todos siguiendo como felices condenados a esta fémina misteriosa y mágica.
¡Todo se volvió negro! Sentí el duro suelo debajo de mí y algunos sujetos alrededor me miraban. Una parva de hombres bailaban y se alejaban de mi, muchas personas se atravesaban en mi línea de visión y ya no los vi. Reconocí una fuerte mano que tiró mi hombro hacia atrás clavando sus uñas, una sensación que ya había sentido algunas veces. Junto a mi estaba Juan levantándose del suelo en donde yo estaba tumbado aun.
L—¡Degenerados! Ustedes no pueden bailar con mujeres desconocidas.
B—¿Qué pasó? ¿Vos me tiraste por el hombro?
L—Si… Nunca te había visto bailar!
B—Yo no sabía que podía bailar, algo se había apoderado de mi! Alguien controlaba mi voluntad, creo que esa mujer…
L—Lo sé! Esa mujer era una mujer mala y acechadora…
J—No sé si era mala…
L—¡Shuu! ¡Era mala y acechadora! Se los quería robar a ambos.
B—¿Pero que pasó? No recuerdo bien, todo está medio nebuloso, lo último claro en mi mente es que los perdí de vista y me tropecé, y luego estaba frente a un par de pies…
J—Si, te perdimos el rastro. Luego te vi a lo lejos, no podía creer lo que veía, Benjamín bailando en una murga. Sabía que algo andaba mal!
L—Si, entonces te seguimos, pero era difícil, todos empujaban y no nos dejaban avanzar, y los hombres esos estaban poseídos por un hechizo de esa mujer mala y exhibicionista.
J—Nos acercamos para hablar con vos. Miré por un segundo a esa mujer, apenas la vi, pero me miró a los ojos y me puse a bailar también, jajaja!
L—Si, reite nomás!
J—Pero no es mi culpa, me hechizó!
L—Si, te hechizó, como no!
B—Bueno… ¿Y que pasó?
L—Los agarré a los dos de los hombros y los tiré al piso… ¡Y espero que les haya dolido!
—¡Y les salvó la vida!— La vos venía de un joven con atuendos japoneses y hakama, saben, ese pantalón ancho que usan los samuráis. —Esta chica les salvó la vida, deben estar agradecidos!
L—Eso mismo!
—Esa mujer egipcia es la perdición. Seduce a los hombres con sus poderes mágicos y los hace danzar hasta el cansancio. Luego los lleva a un templo misterioso lejos de Narutolandia y les chupa… La vida!
B—¿Nos chupa la vida? De repente no me parece algo tan malo…
L—¡Callate!
—No es chiste… Esa mujer tiene cientos de años, mantiene su juventud alimentándose de la vida de los hombres que se acercan a este mundo en estos sucesos o eventos. La joven que los acompaña es inmune a sus hechizos por ser mujer, tienen suerte de no haber venido solos… De lo contrario, estarían perdidos!
J—Si, lo sé, ella es mi guardaespaldas!— Dijo esto y abrazó a Lucía.
B—Yo soy Benjamín… ¿Quién sos vos?
—No puedo decir mi nombre, tengo motivos para ello, pero pueden decirme “el samurai azul”.
J—Samurai Azul… Parece que sabes bastante de este lugar. ¿Qué misterio guarda Narutolandia?
SA—Lo único que sé es que hay algo o alguien en las sombras, y tiene o tienen intenciones poco benignas. Generalmente nadie es dañada por ellos, pero en cada uno de estos eventos hay desaparecidos.
J—Eso nos han dicho. ¿Qué le suceden a estos desaparecidos?
SA—En realidad no desaparecen, se quedan a vivir aquí para siempre. Se convierten en parte del show, sobreviven comerciando o vagan por el lugar. Aquí pasan desapercibidos entre los visitantes, pero a diferencia de ellos nunca saldrán. Acá hay muchas clases de tentaciones, han conocido algunas de ellas seguramente.
L—Como mujeres malas y acechadoras.
SA—¡Jeje! Esa es una buena definición.
B—Yo no creo que la egipcia haya sido acechadora, se exponía demasiado como para estar acechando.
L—No me contradigas!
J—¿Por qué es el interés de que algunos visitantes se queden aquí por siempre?
SA—Hay cosas que escapan a mis conocimientos. Pero se dice que alguien tiene que hacer que esto siga andando. Ellos, los que están en las sombras, necesitan del mundo de afuera, por eso necesitan visitantes que vengan y que se vayan. Pero también necesitan que la maquinaria siga andando. No están dispuestos a compartir las ganancias o el poder, o lo que sea que están obteniendo, es mas fácil para ellos aprovechar la conducta natural de las personas. Si se las dejan solas y se las estimula de la forma adecuada, las personas crearan por si mismas su propio sistema. Aquí hay un sistema propio.
J—Se podría decir que los visitantes son como hormigas que quedan atrapadas aquí y se transforman en mano de obra barata.
SA—¡Jeje! Si, algo así!
B—Solo que estas hormigas visten ropas raras y capas con nubes rojas.
L—En cada grupo hay diferentes motivaciones.
J—Se necesita una motivación común.
B—Es una abominable conspiración… Vos parece que sabes mucho sobre esto. ¿Por qué nos lo contás?
SA—Estoy en una misión, no puedo contarles. Ustedes son diferentes, ustedes pueden salvarse. Miren alrededor, los demás están muy comprometidos con Narutolandia. ¡Hay que saber apartarse a tiempo!
L—¿Te disfrazaste para pasar desapercibido?
SA—No exactamente…
B—Tu atuendo es uno de los mejores que he visto.
SA—¡Jeje! Gracias. Bueno, he de seguir con mi misión, suerte y cuídense de todo! Este lugar guarda misterios y peligros en donde uno menos se lo espera!
L—¡Adios Samurai Azul!
...

2010-11-23

La Escapada de Narutolandia, Acto 7

Habíamos llegado a una oscura habitación con grandes pantallas por las que se podría ver gente de todas partes de Narutolandia, también una gran consola con botones y palancas y un sillón marrón oscuro en donde estaba sentada una silueta, seguramente fue su vos la que dijo “Los estaba esperando”…
J—Buenas! Estabamos perdidos…
—¡Estaban escapando de la Hermandad de la Estación de Juego!
J—Si, es verdad, nos estaban persiguiendo unos locos que querían borrar nuestras mentes.
B—¿Cómo sabe esto, acaso lo ha visto en sus pantallas? ¿Quién es usted?
—¡Soy el arquitecto de la Matrix!
L—¿Quién?
J—¿En serio boludo?
B—¿Vos sos el arquitecto?
—No… ¡Jajajajaja! Era un chiste… ¡Miren si voy a ser el arquitecto de la Matrix! No, no soy el arquitecto.
L—¿Qué es la Matrix?
J—¿Entonces quien sos?
—Soy… ¡El Sonidista! Me dicen Pablín…
B—¡Hola Pablín! Yo soy Benjamín, ellos son mis amigos Lucía y Juan.
P—Si, lo sabía, yo sé muchas cosas. Cosas que fueron, que son, y cosas que aun no suceden!
B—Eso lo dijo Galadriel…
P—Si.
L—¿Usted tiene el control de la ciudad?
P—¿De Narutolandia? ¡Jaja! No. Yo no controlo mas que el sonido.
B—¿Entonces usted es el responsable de ese sonido espantoso y distorsionado?
P—Si, pero no por que quiera, a mi me contrataron. No loco, a mi no me gusta esa música rara del Japón, a mi me gusta Bob Marley.
J—Si, ya podía oler yo eso!
P—¿Quieren un porrito?
L—¡No gracias!
B—[Es como un Tom Bombadil de Narutolandia]
J—[¡Jajaja! Si, algo así.]
P—Veamos entonces. ¿Por qué es que han llegado a Narutolandia?
L—¿No era que sabe muchas cosas?
P—Si, claro, yo desde este centro de mando puedo ver y escuchar muchas cosas que suceden en Narutolandia… Pero no estoy en sus cabezas. No sé que es lo que piensan, ni lo que murmullan, mucho menos sé cuales eran sus intenciones desde antes de atravesar las puertas negras… Todos hemos atravesado esas puertas alguna vez, salvo aquellos que construyeron el pasaje en primer lugar, pero eso ya es leyenda…
J—Esto me suena a Narnia, no sé por que…
B—¿Qué es Narutolandia Pablín? ¡Explícanos por favor!
P—Yo sé mas de lo que ustedes pueden imaginar, pero mucho menos de lo que ustedes querrían que supiese!
L—Eh… Vamos al grano!
P—¿Seguros que no quieren un porrito?
L—¡Seguros!
P—Yo fui contratado para ponerle sonido a este gran evento que tiene nombre y apellido y que prefiero no nombrar. Necesitaban a alguien “de afuera” para manejar esto, ellos querían estar pendientes de otras cosas.
B—¿Quiénes son ellos?
J—¿Una corporación o mafia secreta?
P—Algo parecido. Son un grupo de sujetos que crean pasajes a esta ciudad, Narutolandia, y tienen oscuras intenciones en el fondo.
L—Decis que tienen oscuras intenciones… ¿Pero por que los ayudas entonces?
P—Para mi era un trabajo mas como todos los que he hecho. No recuerdo bien cuando firmé el contrato, creo que había fumado demasiado y todo daba vueltas, pero una vez hecho el contrato, no puedo romperlo. Solo ellos pueden dejarme salir, y si no cumplo ellos no cumplen. No solo no me pagan, sino que me dejan en esta tierra de locos en donde no sé si venden porritos. Creo que en un baño y en un callejón en las afueras de la ciudad, pero no me atrevo a ir solo, es muy peligroso.
B—¿Las afueras de la ciudad? ¿Dónde es eso y que hay allí?
P—¿Las afueras?
B—Si.
P—Las afueras, están afuera…
B—…
P—Y afuera, en las afueras, está “el afuera”.
B—…
P—¡Jajajajajajaja!
J—¡Le estás dando duro al porro, eh!
P—Si… ¿Quieren…
L—¡NO! ¡NO QUEREMOS!
P—Iba a decir si quieren que les explique sobre Narutolandia…
J—Si, eso si. Explicanos por favor.
P—Ellos, como los llamo, son los líderes de una agrupación, una sociedad secreta, como los mazones, los iluminatis, los accionistas de Disney Landia…
J—Escalofriante!
B—Muy!
L—¡Cállense! Disney es bueno por que ahí esta Mikey, que es bueno también.
P—Vos no sabes la verdad de Disney Landia…
B—Volvamos a Narutolandia.
P—Si.
B—¿Qué hay con los negocios? Parece que está toda la ciudad infectada de negocios.
P—Si. Esta organización secreta comanda los negocios. En apariencia quieren atrapar incautos y sacarles los ahorros con objetos religiosos raros. Pero hay algo mas. Es todo una trampa. Se dice que en cada uno de estos “eventos” hay gente perdida.
L—¿Gente perdida?
P—Algunos quedan para siempre viviendo en Narutolandia. Muchos terminan vagando, inclusive, en las afueras de la ciudad, y a veces se pierden en ellas y nunca regresan.
J—Ya veo…
B—Esto es como un complot siniestro.
L—Deberíamos salir de acá lo antes posible.
P—Si, deberían, ustedes que pueden irse, vayanse!
B—En todas las películas de suspenso o terror que he visto algún personaje extraño aconseja a los protagonistas que se vayan y no le hacen caso. Tiempo después terminan todos muertos. Recomiendo que le hagamos caso.
J—Sin embargo me gustaría resolver este misterio.
L—Piensen en toda esta pobre gente que está atrapada en Narutolandia.
P—Ellos no se dan cuenta, no piensen en ellos.
B—Necesitamos saber mas cosas.
P—Tienen poco tiempo, sospechan que están acá, deberían irse rápido.
L—¿Cómo sabes que ellos saben?
P—Ellos siempre suelen saber…
J—Claro…
B—¿Qué es lo que sucede afuera de la ciudad? Estoy intrigado.
P—No lo sé, mi alcance en realidad es en la parte céntrica de la ciudad Narutolandia, en las afueras de la ciudad y en los profundos callejones no tengo alcance. Lo que sé lo sé por rumores que escucho y atando cabos. Sé que afuera de la ciudad ellos tienen un control limitado. También sé que una vez que se cierra el pasaje, las afueras quedan inalcanzables para el mundo de donde hemos venido. La ciudad de Narutolandia es la clave, pero la clave, en verdad, la tienen ellos. Es mejor que nunca los conozcan, no los busquen. Yo no sé si he de volver…
L—¿Podemos ayudarte?
P—¡Vayanse ahora! Yo voy a estar bien, tengo un contrato, ellos respetan los contratos por que obran a través de los contratos. Ahora les advierto. Habrá un momento en el que se harán rituales y representaciones públicas en la plaza principal, luego habrán conciertos en vivo, y cuando se escuche el karaoke será la última oportunidad, luego se cerrarán las puertas y puede que muchos estén perdidos por mucho tiempo, o para siempre. Si necesitan ayuda, creo que pueden encontrarla fuera de Narutolandia, pero tengan cuidado, alejarse demasiado de Narutolandia puede alejarlos definitivamente de nuestro mundo. ¡Ahora si, vayanse de inmediato, no responderé mas preguntas!
L—¿Pero…
P—¡Dejenme fumar tranquilo!
J—Si, mejor nos vamos.
B—Vamos de acá Lucía, nos vamos de Narutolandia, esto se está poniendo muy peligroso.— Atravesamos una puerta por donde una escalera caracol conduce a un callejón iluminado.
P—¡No se olviden de escuchar a Bob Marley!— Me pregunté si el último consejo de Pablín era un consejo que nos ayudaría en nuestro viaje, o si ya estaba totalmente volteado…
...

2010-11-16

La Escapada de Narutolandia, Acto 6

Nos quedamos estupefactos contemplando esa enorme habitación semejante a una mezquita. En ella se encontraban los “hermanos de la estación de juego” realizando alguna clase de ritual. Todos y cada uno de ellos estaba frente a una maquina con la que interactuaba, parece ser que a través de ella es que tenían contacto con su dios. Decidimos bajar unas escaleras para inspeccionarlos de cerca total, parecían demasiado hipnotizados por las máquinas como para que notasen nuestra presencia.
J—Bajemos por esas escaleras para inspeccionarlos de cerca total, parecen demasiado hipnotizados por las máquinas como para que noten nuestra presencia
L—¡No, es peligroso! Tendríamos que haber pedido permiso a alguien para entrar, o haber preguntado.
J—Pero si no había nadie a quien preguntar ni pedirle permiso, si alguien se nos acerca o dice algo le preguntamos o pedimos permiso.
B—O le decimos que estamos buscando un baño!
J—Esa siempre es una buena alternativa.
L—No creo que nos la crean.
B—El “no” ya lo tenemos, vamos por el “si”.
J—¡Ese es el espíritu aventurero que me gusta, vamos!
Bajamos las escaleras de piedra sin barandal y nos encontramos en el patio de adoración virtual. Efectivamente, los hermanos de la estación estaban totalmente en trance conectados a esas máquinas misteriosas, quizás realmente allí encuentren al dios que nosotros buscamos en vano en imágenes o estampas, al menos las máquinas les contestaban a sus plegarias de alguna forma… Caminamos entre los sujetos, la gran mayoría eran muchachos jóvenes, y no tan jóvenes pero no lo suficientemente adultos, habían muy pocas mujeres. No pudimos identificar claramente lo que las máquinas mostraban, tal vez era necesario adquirir ciertas capacidades particulares para comunicarse con esos aparatos. No era de extrañar, manejaban los controles como si lo hubiesen hecho desde bebes, tan hábilmente como cualquiera camina, puede que realmente sea así.
B—Me pregunto cuanta vida real habrán sacrificado estos tipos para vivir sus vidas virtuales?
J—¿Vos podes estar seguro de cual es la vida virtual y cual la real?
L—Eso es una tontería, no se puede confundir la realidad con la realidad virtual.
B—Si se puedo, tanto que hasta he soñado jugar al Age of Empire!
J—Yo también, jajaja!
L—Pero no es lo mismo. En la realidad hay sensaciones que no están en la realidad virtual.
J—Sin embargo cuando uno sueña siente el sueño como siente la realidad, muchas veces mas intensamente.
B—Bueno, teniendo en cuenta que lo que percibe nuestro cuerpo es transformado en impulsos electroquímicos que interpreta el cerebro y luego transformado en información, la mente podría generar información similar de modo que algo virtual nos sea a nuestra conciencia algo real.
J—Entonces no podemos saber con exactitud si lo que percibimos proviene de la realidad o es creación de nuestra mente.
L—Por mas real que nos parezca un estímulo en la mente, podemos sentir si es falso o si es real, eso es lo importante!
B—Lo que uno sienta no tiene por que ser importante para definir la realidad.
L—Si la realidad personal.
B—Digamos que lo que uno siente justifica o no cierto aspecto de la realidad para uno mismo, pero no altera en verdad la realidad.
J—Pero lo que verdaderamente importa es lo que sentimos acerca de las cosas, no importa tanto se es verdad, es verdad para nosotros y por ello nos afecta directamente!
B—Eso es cierto, pero…
L—¡BASTA! Dejen de filosofar, este lugar me da escalofríos!
J—Te dije que te traigas una bufanda, vos siempre tan descubierta.
B—Por que se hace la santa, pero es una exhibicionista!
L—¿Escuchaste lo que dijo?
J—Si, pero es cierto…
L—¡Vos tenés que defenderme!
—¡Ustedes! Dejen de hablar que distraen a los hermanos. Esperen su turno en el área de espera.— Se trataba de un sujeto grandote vestido de amarillo con una remera que decía “Administrador de la Estación”. Señalaba un área en la que otros cuantos sujetos estaban sentados y absortos en pensamientos, o mas bien, lo que parecía una falta total de pensamientos.
L—Parece que estas personas solo viven en sus máquinas virtuales y sin estas son solamente cuerpos sin voluntad.
B—¿Alguna vez tuvieron voluntad?
J—Creo muy difícil distraer a estos individuos. Podríamos ponernos a cantar a viva vos la marcha peronista y no se darían cuenta!
—¡Esperen! Ustedes no pertenecen aquí… ¡Identifíquense!
B—Estamos buscando el baño…
J—Vimos luz y entramos…
L—¡Cállense!— Dirigiéndose Lucía a nosotros dos, y luego dirigiéndose al sujeto que nos interrogaba. —Perdón, queríamos ver que había acá dentro, pero ya nos vamos. Solamente díganos por donde está la salida.
—¡NO! No pueden irse ahora, han descubierto la sagrada estación del juego, el lugar en el que los iluminados hermanos perfeccionan sus almas con las máquinas benditas. Ahora deberán limpiar sus almas de pecado y recibir los santos evangelios interactivos!
L—Yo no tengo que limpiarme nada!
J—Creo que es mejor que nos vayamos de acá antes que lleguen mas locos como esos, me hacen acordad a la Iglesia Universal…
B—“Perfeccionan sus almas”… Apuesto que los evangelios interactivos se venden por separado!
J—Jajaja, si. El primero te lo regalan o te lo dejan probar acá, y luego tenés que ir comprándote mas y mas evangelios para seguir perfeccionando tu alma.
L—¡Vienen mas de esos tipos locos, mejor nos vamos rápido!
J—Si, mejor nos vamos.— Efectivamente, nos estaban rodando ya los “administradores”. Se acercaban con una suerte de implementos inalámbricos. —¡Rápido! Subamos sobre las máquinas, no creo que se atrevan a romperlas.— Subimos a las máquinas.
—¡Bájense de allí pecadores!— Decían los administradores. —Deberán pagar por los daños, y por el sacrilegio, por supuesto!
Como Lucía tenía las piernas mas cortas de los tres tuvo que trepar por sobre uno de los hermanos en pleno proceso de perfeccionamiento, ni se dio cuenta… Subimos los tres sobre las máquinas y corrimos sobre ellas. Saltamos a otra hilera de máquinas mientras los administradores nos trataban de agarrar.
L—Siento como si estuviese dentro de una pantalla de Mario Bross.
B—¡No pienses en ello! Puede que sea contraproducente y quieras quedarte.
J—Este lugar nos empieza a influenciar. ¡Corran!
Logramos llegar hasta un extremo de la habitación y llegamos a una salida medio oscura, la atravesamos sin dudar y sin pensar a donde nos llevaría. Corrimos con nuestras fuerzas por un pasillo largo, nos encontramos con una bifurcación y tomamos la de la izquierda, luego corrimos por el pasillo y bajamos unas escaleras. A lo lejos vimos una luz tenue y un ruido espantoso…
B—¡Es la música j-rock, estamos salvados!
J—De todos modos no te confíes, seguí corriendo.
L—Paren, estoy cansada y parece que ya los perdimos.
J—No deben alejarse demasiado del centro de su templo, quizás fuera de él no tengan mas poder.
B—Prefiero no averiguarlo.
Llegamos a un pequeño balcón desde donde veíamos entre dos edificios la avenida principal llena de gente moviéndose como una maza sin forma. En el balcón un puente angosto nos llevó a una entrada en una torre y dentro de ella subimos una escalera caracol. En la sima nos encontramos con un puente-escalera, lo subimos y luego atravesamos un pasaje largo que nos condujo a una habitación oscura. Dentro de ella nos encontramos una pantallas enormes en las que se veían multitud de personas. Debajo de las pantallas grandes consolas llenas de botones y palancas, frente a la consola un sillón marrón oscuro y una silueta humana sentada en él. Un voz dijo…
—¡Los estaba esperando!


...

2010-11-10

Hipótesis de Sapir-Whorf

Otra razón por la que es importante poseer un lenguaje amplio y saber utilizarlo.

Edward Sapir (1884-1939): Aunque nacido en Alemania, fue un antropólogo y lingüista estadounidense.  Uno de los principales lingüistas de Estados Unidos, pupilo de Franz Boas y profesor de Benjamín Whorf.  Enseñó en las universidades de Chicago y de Yale.
Postuló que la lengua es una creación puramente humana y no es intuitiva, y se usa para comunicar ideas, emociones o deseos a través de símbolos. Por esto, consideraba que la lengua determinaba el pensamiento y que cada lengua aparejaba una forma de pensar.
Benjamin Lee Whorf (1897-1941): Lingüista estadounidense, pupilo se Edward Sapir.
Whorf tomaría la hipótesis etnolingüística de Sapir para convertirla en lo que actualmente se conoce como la hipótesis de Sapir-Whorf.


La hipótesis de Sapir-Whorf es una de las mas destacadas en el Relativismo Lingüístico. Básicamente postula que la lengua materna determina o al menos influencia en el pensamiento y en la cultura. Por esto, los individuos monolingües de una cultura tienen una forma particular de percibir el mundo diferente a la de los individuos de otras culturas.
Hay dos tendencias en la hipótesis, la fuerte y la débil. La fuerte indica que la lengua determina completamente el entendimiento de lo que percibe. La débil propone que la lengua influye la manera en que el hablante entiende lo que percibe.
En lo que se refiere a la hipótesis fuerte, ésta indica que la lengua determina completamente la manera en la que el hablante conceptualiza, memoriza y clasifica la realidad que percibe. Sin embargo ha sido refutada muchas veces. Experimentos con bebés, chimpancés e incluso con palomas, demostraron que los conceptos sobre lo que se percibe son independientes a la lengua del hablante. También, la posibilidad de traducciones de lenguas y el mantenimiento de los conceptos que se expresan indican la individualidad de los mismos para con la lengua.
En lo que se refiere a la hipótesis débil, ha conseguido una relativa aceptación. Ésta no indica una determinación del entendimiento. La versión débil propone que la lengua influye en la manera en que el hablante conceptualiza, memoriza y clasifica la realidad que percibe.
Se han realizado experimentos que revelaron que esto se centra en la memoria a largo plazo, por ejemplo, estudios realizados en hablantes monolingües de la lengua amerindia “zuñi”. En la lengua mencionada no se codifica diferencia entre “amarillo” y “naranja”. Luego de cierto tiempo de haber mostrado objetos de uno de estos colores, los monolingües encontraron mayor dificultad en diferenciar los objetos amarillos de los objetos naranjas. Esto no fue de este modo en los bilingües y en los hablantes de ingles, que sí codifica diferentemente estos dos colores.
Resulta que los zuñi pueden identificar el color amarillo del naranja, pero debido a que en su forma de vida no les es importante diferenciar los colores, los identifican ambos de la misma manera. Con el paso del tiempo los sujetos recuerdan el concepto dado por la palabra y no la tonalidad en si. Se puede mencionar también que los indios del Amazonas pueden identificar mas tonalidades de verde que sujetos que viven en ciudades, esto es así por que en el Amazonas es mas significativo y útil diferenciar las tonalidades de verdes, o quizás imposible no hacerlo!
Por lo tanto, se acepta que el lenguaje influye en el pensamiento de los individuos.
Una de las críticas a la hipótesis de Sapir-Whorf es el riesgo de ser esta utilizada como una postura racista, o mejor dicho, negativamente discriminadora. Apelando que el lenguaje influye en el pensamiento se podría estimar que los hablantes monolingües tendrían condicionamientos intelectuales y diferencias con respecto a hablantes de otras lenguas o hablantes al menos bilingües.
Como ya se ha mencionado, los conceptos sobre el universo que nos rodea y los fenómenos que percibimos, son independientes del lenguaje materno. Dado que también en nuestra mente podemos valernos de múltiples formas de almacenar información, no podemos decir que el lenguaje determina el pensamiento. Sí se puede decir que el lenguaje influye al pensamiento, debido a dos motivos a mi parecer.  Primero y obviamente a que el lenguaje es el medio por el que dos o mas sujetos se comunican y se transfieren los conceptos que cada uno tiene. Por lo tanto, los conceptos de un sujeto se ven condicionados por el lenguaje que el emisor usará para expresarse y por el manejo que el receptor tendrá de dicho lenguaje. Segundo por que existe la tendencia de relacionar lo que percibimos con conceptos representados por el lenguaje usado. Resulta que la cantidad de estímulos que nuestro entorno nos provoca es muy grande, y la cantidad de información que constantemente ingresa a nuestro cerebro es aún mayor. Una común forma de sintetizar y almacenar información es degradando aquello que percibimos de manera que solo se conserve la información que consideramos para el caso importante. Utilizamos entonces conceptos ya establecidos, y que usaríamos comúnmente, para almacenar conceptos básicos. Estos conceptos tendrían entonces mas durabilidad en nuestra memoria que la totalidad de lo percibido. Debería aclarar que lo percibido puede ser un objeto, un concepto, una situación, un sujeto o talvez un fenómeno novedoso.
Me atrevo a hablar entonces sobre lo que se podría denominar como “accidentes en el lenguaje”. El doble sentido, es decir, otorgar a una frase o a una palabra o expresión en un pertinente contexto, un valor o interpretación diferente al original pero relacionado de alguna forma con la expresión, es propio de todas las culturas. Muchos dobles sentidos, o podríamos llamarlos también insinuaciones o indirectas o también “libertad poética”, son casi universales. Muchas expresiones en doble sentido pueden ser interpretadas del mismo modo en diferentes lenguajes o de llano, diferentes culturas. Sin embargo hay expresiones que son propias de una cultura particular, de una región en particular, o incluso de particularidades del lenguaje. La forma en que se articulan las palabras permiten que en una lengua se pueda expresar algo que resultase mas difícil expresar en otra lengua. El concepto expresado sería entonces entendible por sujetos de diferentes lenguas, igualmente perceptible, transmisible y explicable. Pero, cada lengua permite algunas facilidades para expresar algún concepto que otra no tenga; se trata nomás de “facilidades”. De todos modos, esto ya habla de diferencias en la forma en que dos o mas lenguas afectan la comunicación entre sus hablantes, ya que al fin y al cabo la lengua es para comunicarse. Entonces, teniendo que ciertos “accidentes en un lenguaje” pueden permitir facilidades, convengamos que, irremediablemente, ciertas falencias en la utilización de la lengua materna o limitaciones propias de la misma condicionan de una forma negativa a la cultura de los sujetos hablantes. La lengua es un reflejo de la cultura, y a su vez es un medio de transferencia y de desarrollo de la cultura. La cultura se desarrolla por necesidad y por influencias externas que bien pueden o no significar la satisfacción de una necesidad (al menos relevante).
Con esto quiero expresar que la lengua propia de una cultura no es determinante para la misma; pero sí resutla condicionante para sujetos o grupos una limitada utilización de la lengua de su cultura.


[Vínculos actualizados el 10-11-2010]

2010-11-06

La Escapada de Narutolandia, Acto 5

Empezamos a recorrer los niveles superiores y como nos parecía, encontramos mas y mas comercios. Estos niveles eran mas oscuros y laberínticos, estaban llenos de callejones y puentes, y escaleras, y arcadas, y caminos hacia lugares misteriosos. Había muchos balcones por los que podíamos ver la avenida principal y en ella la multitud de “personajes” entre los cuales nos habíamos hecho paso. En algún momento mis acompañantes, Lucía y Juan, se acercaron a la baranda de uno de los balcones para contemplar la multitud, yo también lo hice. Parecía una procesión mística y grotesca, algo indescriptible. Desde la altura en la que estábamos podíamos avistar la plaza principal en donde la multitud era aun mayor y había un enorme escenario en donde los tambores sonaban y sonaban, cada vez con nuevos ritmos, pero todos japoneses. Se movían columnas de luces de un lado a otro y generaban corrientes de personas que iban y venían de la plaza, eran como torrentes sanguíneos.

Mientras que mis amigos ya despreciaban el paisaje y se concentraban mutuamente en… Mutuamente… Yo inspeccionaba en busca de nuevas manifestaciones, por curiosidad y por que soy un crítico social empedernido. Había un sujeto que parecía ser un duende vestido de verde con una espada en la espalda. Había otro sujeto con una armadura azul futurista. Había lo que parecía ser un mercenario comando. Vi también algo que en un principio no me llamó demasiado la atención. Se trataba de un grupito de nekos muy jóvenes, creo que eran seis o siete, y eran acompañadas por un guardián de esos que desentonaban demasiado. Igual, de todos modos, estos guardianes no eran muy tenidos en cuenta y eran socialmente mas cercanos a plantas con piernas. Una de esas nekos era una joven de rasgos pálidos y una melena negra cortita, tenía obviamente su par de orejas de gato, vestía de negro y algo me llamó la atención sobre ella de entre las demás, tenía una remera que en su frente mostraba la imagen del Invasor Zim… El Invasor Zim era una leyenda de culto relativamente poco conocida pero de fuerte influencia en sus seguidores. Sus misterios trataban sobre una raza insectoide-humanoide extraterrestre que quería conquistar el mundo. Yo no solía encontrarme con nadie iniciado en dichos misterios y me atraían, así que esa neko atrajo mi atención de inmediato. No parecía demasiado sobresaliente en la gran multitud, solo para mi, y de alguna forma presentí que ella ya había notado mi contemplación. Se dice que los avanzados en los Misterios de Zim adquieren formas de empatía y telepatía. Sentí que mi concentración era entonces demasiado notoria y me sentí iluminado por un fuerte reflector en medio de la oscuridad, quería escapar de ello. Empecé a concentrarme en otras cosas y a mirar para otros lados, al cabo de unos minutos me sentía de nuevo en ese balcón con mis amigos y no supe de esa chica-gato a la que denominaré simbólicamente “Zima”.

J—Te nos fuiste!

L—¿Qué estabas mirando?

B—No importa… Creo que los tambores me están afectando, eso y el calor y la densidad del aire.

L—Vamos a recorrer este nivel a ver que encontramos!

B—Me parece buena idea.

J—¿Ya pensaste que te vas a comprar? Mirá que si venis acá tenés que comprar algo, sino no te dejan salir, jajaja!— Pensé que era un chiste, pero luego comprendí que no lo era…

L—Es todo muy comercial, pero si no te dejás influenciar por todas las cosas bonitas que venden podés pasar un buen rato.

B—A veces es difícil, he visto algunas cosas muy bonitas!

Nos pusimos en marcha pro los corredores rebuscados del nivel superior…

En primera instancia encontramos mas de lo mismo, imágenes paganas variadas en las que predominaban las del culto a las Bolas del Dragón, grandes lienzos con temáticas variadísimas, calcomanías, prendedores, mas prendedores, muñecos de tela muy seguramente relacionados con alguna clase de magia ancestral Vudú, había también ropa y emblemas para poner a las ropas. Uniformes y trajes para unirse a las diferentes sectas y grupos místicos. Y junto a una arcada de piedras, casi escondida, una tienda que nos llamó mucho la atención a nosotros, una tienda de armas. Luego descubriría que habían muchas mas tiendas de este tipo y que esta ciudad ocultaba una gran potencia bélica.

B—¡No sé para que nos rompieron tanto las bolas con el operativo de seguridad que nos demoró como tres horas la entrada si al final aquí venden armas!

J—Los guardias no buscaban armas, buscaban otras cosas.

L—Si, seguramente buscaban cosas explosivas o alucinógenas.

B—Una ridiculez, si acá venden espadas y cuchillos como si fuesen manzanas…

J—¡Vamos a ver!

Nos acercamos e inspeccionamos todo lo que estaba exhibido. Habían katanas, espadas, nunchakus, puñales, y hasta estrellas ninja conocidas como shuriken.

J—¡Esa katana me gusta! La he visto muchas veces pero por una razón u otra nunca me la compro.— Se trataba de una katana blanca impecable y brillante, a mi amigo Juan lo había hechizado, no demoró en tomarla, desenfundarla y contemplarla. —¡Es una belleza!— Luego la tomé yo y la inspeccioné con un ojo crítico que pareció perturbar un poco al vendedor que simulaba no importarle que “manoseen” su mercancía.

El dinero no alcanzaba en ese momento para la compra, por lo que mi amigo Juan no puedo hacerse de su tan deseada katana blanca, pero algún día habría de tenerla, él lo sabía, nosotros lo sabíamos… Luego inspeccionamos otras katanas, unas negras y otras azules, a mi me llamó la atención una con saya (funda) opaca. También me llamó la atención un cuchillo que parece haberle llamado mas la atención a Lucía, era un cuchillo con una protección de acero para los nudillos, una verdadera belleza! Noté también que en alguna parte habían bolsitas, seguramente polvos mágicos de ninja, de esos que usan para generar humo, luces y otras cosas misteriosas e inesperadas.

B—Bueno, sigamos por que esto es muy tentador!

L—Estoy de acuerdo.

Y seguimos avanzando, y pasamos junto a tiendas, gente muy rara, mas tiendas, y mas gente muy rara. Luego nos topamos con otra tienda de armas mucho mas grande, esta no tenía ninguna espada blanca, pero si tenía naginatas, espadas de madoble, espadas exóticas y espadas con nombre… Si, espadas con nombre, eran espadas que al parecer poseían algún atributo mágico. Recordé cuando en mi juventud me adentraba en el campamento de las arpias, Luth-Golein, Arrohat, en donde las armas mágicas con nombre eran cosa común… Claro que estoy hablando de un juego de computadoras, nunca he ido en persona a estos lugares, jaja! De haber ido estaría contando dichas historias en lugar de esta…

Me di cuenta que los tambores habían cesado, un breve silencio nos rodeaba, nos mirábamos entre los extraños como si la falta de música funcional alterara la capacidad de abstraernos en nuestras cosas.

La abstracción en las cosas de cada uno se reanudó al comenzar una nueva música, un sonido metálico por demás distorsionado provino desde la plaza central y una multitud aclamó dicho sonido. Otra vez volvió a sonar eso que decían se llamaba “j-rock”, pero a mi me sonaba a ruido, lo siento… Admito que salvo excepciones, en ningún momento reconocí una sola canción. Creo que elegí mal momento para ser otaku!

B—¿Qué es aquello?

J—Parece la entrada a un templo oscuro y misterioso…

L—¡Que feo!

J—Debemos entrar a investigar!

B—Estoy totalmente de acuerdo.

L—Me da un poco de miedo ese lugar feo.

B—Pero vinimos para eso.

Nos acercamos entonces por un callejón que conducía a una pared de piedra en donde se habría un pórtico. Dentro, un pasillo largo y oscuro con una tenue luz en el fondo. Creo haber visualizado un mensaje que decía algo así como “Hermandad de la Estación de Juego”. Esto era inquietante y me traía un mal presentimiento, pero no podía dejar de entrar a ver que había allí! Por lo tanto, los tres nos acercamos entre si y nos adentramos en el corredor oscuro y solitario. Caminamos unos cuantos metros, y llegamos a un pasaje iluminado que nos condujo unos cuantos metros cuesta arriba. Luego se abrió otra entrada que nos dejó en una plataforma amplia y de amplio techo. A nuestra izquierda se alzaba un ventanal enorme y oscurecido, a nuestra derecha una enorme habitación semejante a una mezquita. Nos acercamos y pudimos ver a los llamados hermanos de la estación de juego…


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