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2010-10-13

La Escapada de Narutolandia, Acto 2

Nos acercamos a la entrada del lugar, el llamado final…
J—Entonces es aquí mis camaradas! Es esta la puerta por la que termina el mundo que conocemos y empieza otro por conocer, y saben que yo nunca he aceptado la frase “malo conocido que bueno por conocer”. ¡Que empiece la aventura!
B—¿Saben? Ya estaba sintiéndome incómodo entre estos sujetos extraños.
L—No son tan extraños. Ellos son mas parecidos a nosotros de lo que nosotros somos a nosotros mismos. Ellos se atreven a verse como se sienten y deberíamos haber hecho lo mismo. Estoy segura que en alguna otra ocasión haremos lo mismo.
B—No cuenten con migo, yo soy yo mismo así como soy y no proyectando sobre mi mismo un arquetipo ajeno.
J—Ajá, pero no es acaso tu personalidad una proyección de vos mismo, sin ser vos mismo, al fin de cuentas?
L—¡Cállense! Ahora si parecemos mas extraños que ellos.
Ya había dicho que el lugar parecía un templo enorme con una negra puerta de metal custodiada por sombríos centinelas sin voluntad propia. A unos pocos metros había una escalera que llevaba a un lugar desconocido, pero se encontraba cerrada. Eso me recordó a ciertas ocasiones en las que jugando algún juego de rol o de aventuras he pasado por puertas cerradas que me han advertido que tendría que buscar alguna llave para develar algún misterioso tesoro escondido. Era solo una idea que apareció en mi mente, sabía que esa escalera no era parte de la historia, pero estaba allí. —Constantemente nos encontramos con puertas, escaleras, pasajes, estaciones. Son fantasmales fronteras a historias paralelas en las que sabemos nunca entraremos. Una mas entre alternativas pasadas por alto. Muchas veces he reprimido el impulso de entregarme a una caminata sin rumbo aparente para descubrir caminos que nunca he caminado entre los callejones de este laberinto cuadriculado… Esta no sería la ocasión, pero sentía también que tras esas puertas había una frontera nueva, eso era alentador.
El camino por donde la extraña muchedumbre esperaba estaba obstaculizado por la misma, de modo que tuvimos que caminar bordeando la ruta, a merced de inescrupulosos conductores que no pedían permiso. Caminamos junto a seres de atuendos exóticos, muchos de ellos escoltados por guardias celosos que no permitían que se alejasen demasiado del mundo formal. Me preguntaba para que es que estaban estos guardianes, era su presencia mas bizarra que los bizarros que hacían fila.
Pude reconocer entre los atuendos aspectos similares, era evidente que los sujetos estaban ejecutando roles, interpretando, parecía un juego en el que todos se disfrazaban. Pero no era así, para los ojos mundanos era una enorme cantidad de raros jugando a ser otros. Alguien como Lucía, Juan y yo, a pesar de nuestras críticas constantes, podíamos identificar en estos sujetos una autenticidad mayor de la que uno podría encontrar en cualquiera. A través de las vestiduras diferentes los individuos mostraban una personalidad particular, personal y privada, que no solían mostrar en otras ocasiones seguramente. En la mayoría de las culturas existen “juegos” en los que los participantes se disfrazan, pero jugando a ser otras personas no hacen mas que dar libertad a una personalidad oculta en las profundidades de ellos mismos. Esta es una sensación liberadora, recuerdo cuan liberador era en la infancia jugar a ser otro… —¿Acaso no seré yo el disfrazado en una ciudad de seres disfrazados? Todos en la ciudad disfrazados del mismo personaje…
Doblamos la esquina y la fila continuaba, caminamos un poco mas hasta encontrar el final y allí nos quedamos, y tras nosotros llegaron mas personas. Justo unos metros delante de nosotros había algo que yo no esperaba, puedo decir que hasta podía predecir lo que hasta ahora había visto. Estos dos individuos parecían tan normales como cualquier transeúnte, pero llevaban consigo tableros con controles. Parecía que estaban a punto de participar en una monumental competencia de videojuegos, pero esos controles los habían fabricado ellos mismos. Nunca me enteré de lo que ellos harían tras pasar la puerta, no sé que clases de juego habrían jugado, quizás una aventura, quizás ellos jugarían un juego en el que algunos de nosotros seríamos los personajes… ¡Esto ya estaba haciéndome volver loco y recién empezaba todo! Me protegí con mi siempre efectiva crítica despiadada. Me fue fácil, en cualquier dirección encontraba algo de lo que podría reírme un poco si miraba, como diría mi amigo Juan, como un hombre de ciudad.
Cada tanto corría algún grupete de sujetos ataviados con una capa negra y con el emblema de una nube roja, los distiguí enseguida. Estos sujetos eran los mas abundantes y eran los que denominé “narutistas”. Eran como integrantes de una secta o sociedad secreta, bueno, todos los eran, pero los narutistas eran mas secta que cualquier otro, puede que por su gran numero. Unos metros detrás nuestro había un sujetos de llamativo piloto y gorro rojo junto a una muchacha de azul que se comportaba como si fuese su esclava, desde un principio pensé que estaban locos por vestir esas ropas con el calor que nos cubría. Un grupo de sujetos llevaba una pancarta con ellos con un mensaje seguramente ocultista invitando a los presentes a alguna clase de iniciación, preferí no preguntar, ya habría tiempo de sobra para esas cosas.
J—Mi larga experiencia en eventos y recitales me dice que vamos a estar acá mucho tiempo, me voy a comprar provisiones.
L—No te vayas lejos, la fila podría avanzar súbitamente y te vamos a perder!
J—Confia en mi, esta espera da para rato y el calor ya se nos viene encima.
B—Esta bien, anda, pero cuidate de los personajes que se te crucen!
J—¡Pierda cuidado camarada!
J—¿En que estabamos? Si, éstabamos riéndonos de los sujetos locos disfrazados, sigamos!
L—No, vos estabas mirando mucho a Winry…
B—Pues tiene que mirar.
L—¡Callate!— Lucía me dio un buen golpe que casi me hace caer. Mi acto reflejo fue intentar estrangularla. Así es como nos demostramos afecto nosotros.
Al cabo de un rato vuelve Juan con unos petates…
J—¿Qué cuentan de nuevo? ¿Vieron que la fila no avanzó nada desde que me fui?
L—¿Qué trajiste?
J—Unos brebajes mágicos para recomponer energías y prepararnos para la aventura que nos espera.— Con él nunca se sabe hasta que punto habla en serio o no, pero es una de las cosas que lo hace especialmente valioso.
El Sol punzaba sobre nosotros y traspasaba la ropa, la chica disfrazada de policía esclava del muchacho de rojo se había quitado los guantes y las botas de plataforma que llevaba. Cada tanto divisaba alguna fémina de difusa edad pasearse con atuendos lúgubres creo que renacentistas y llegaba a la conclusión de que el Sol a ellas si que las había afectado por no haberse arrancado de cuajo esas vestimentas condensadoras de calor. Una de ellas llevaba una pequeñita galera negra en su cabeza extrañamente peinada…
L—¡Ufa! Estoy aburrida, quiero entrar de una vez!— Lucía infla nuevamente sus cachetes que habría inflado antes de exclamar su aburrimiento. Esta es una conducta que habría de repetirse muchas veces, la de inflarse.
B—¡Esto es terrible! Esta demora está afectando nuestro itinerario, es una falta de respeto.
J—Ustedes no tienen la experiencia que tengo yo, siempre se demoran las aperturas, algo siempre falta y la organización de la seguridad siempre tiene complicaciones.
B—Esos individuos de apagada voluntad, si, esos deben ser los responsables.
J—Es bueno que hayamos adquirido los pasaportes por anticipado, nos demoraríamos mucho si los sacásemos junto a la entrada y nos costaría mas del doble.
L—Yo todavía conservo antiguos pasaportes que he usado, están aquí en mi billetera de la vaquita de san Antonio!
B—Eso es bizarro…
L—Tarado— Sacándome la lengua y abrazando a su querido Juan.
J—¡Avanza!
L—¡Ya era hora! Vamos a ir al fin de este mundo, y vamos a vivir aventuras, y vamos a ver cosas raras, y la vamos a pasar bien.—
B—Tengan a mano sus pasaportes, pero no muy a mano, sospechen de quienes nos rodean— La espera me había vuelto paranoico.
Todos se levantaban. Los que estaban recostados contra la pared, los que se habían metido en el pórtico de una casa para refugiarse del calor. Los narutistas que practicaban sus rituales simulacros en medio de la ruta se acercaban a sus lugares en la fila. Entre los rostros que se abanicaban se notaba un aire de esperanza al fin. Hasta la chica que se había quitado las botas se las volvió a poner y su compañero volvió a ponerse el piloto rojo. Los sujetos que llevaban las consolas se las pusieron bajo el brazo. Las muchachas lúgubres apuraron paso hacia delante, hacia donde alguien guardaba sus lugares, seguro que uno de esos custodios mayores que antes había visto. La fila avanzaba lento…
Al cabo de un rato doblamos la esquina.
J—No tomaste tu bebida mágica Lucía.
L—No, la estoy guardando.
J—Haces mal, no sé si nos las van a dejar llevar con nosotros.
L—No me la va a sacar nadie.
B—Seguro, quien se atrevería?— Otra vez me sacó la lengua…
Doblando la esquina pudimos ver que la fila era inmensa, como si lo hubiésemos olvidado. Las siluetas eran muchísimas y costaba diferenciarlas. En la ruta principal transitaban vehículos en los que no dejaban de asombrarse por el espectáculo. La fila fue avanzando lentamente y, luego de unas tres horas aproximadamente, estábamos llegando a las enormes puertas negras. No recuerdo si fui yo o si fue Juan que dijo brevemente —¡Las puertas de Mordor!— Fue algo que por suerte no fue escuchado, en esa multitud esa palabra sería casi blasfema. Pasamos junto a las escaleras mencionadas y la puerta estaba cada vez mas cerca.
Repentinamente un espacio abierto. Unos sujetos grandes y misteriosos, esos que no tenían voluntad, dejaban pasar de a tandas a nos los que hacíamos la fila. Vimos como se nos alejaban unos cinco o seis sujetos y se iban adentrando al pórtico oscuro que ahora estaba abierto. Yo intentaba ver algo, pero no podía ver nada. Ahora fue nuestro turno, nos acercamos a la puerta negra ahora abierta, entramos a lo que denominaban como “el fin”…

...

5 comentarios:

Sebastian P. dijo...

Aplaudiria de nuevo, pero solo es licito y apegado al buen gusto aplaudir al comienzo y al final de la obra, y la obra ya ha comenzado. Bien, entonces, quiero dar parte de que ya lei dos veces el capitulo y me encanta.. ¡ciertamente te digo que escribis mejor que muchos novelistas que lei!
Ademas, me encantan esas reflexiones tan cortas, profundas y abiertas (para quien quiere siempre seguir las lineas), esas, como vos muy bien decis, haciendo una parabola dentro de la parabola, esas "puertas cerradas". Tu historia esta plagada de esas arcaicas, misteriosas y atrayentes puertas cerradas en forma de parrafos reflexivos. Y es que a mi bien me gustaria perderme reflexionando acerca de la subjetividad, de la alteridad, la otredad, pero tengo que seguir leyendo la historia que me presenta estas puertas.
Sabes.. creo (por ahi sea un atrevimiento de mi parte) que los personajes me son vagamente familiares... no quiero decir que los he visto en otra obra, sino que me son remotamente familiares en esta vida.. o quizas sea que encarnan arquetipos, ¡Quien sabe!

Sebastian P. dijo...

Y, a lo mejor sea imprudente hacer supocisiones tan poco comenzada la historia, pero creo haber vivido cierto dia en avenida rivadavia una situacion parecida. En fin, sigo fiel seguido de esta historia. Muy buena, ya me venia deprimiendo el no leer nada como la gente, bendita sea la creatividad.. y es que todavia hay tantas cosas abiertas.. ¿que seran esos seres sin voluntad? ¿y esas damas oscuras renacentistas? ¿y que de las sectas? ¿Se aclararan las cosas tras la puerta negra? ¿por que se infla lucia?
Saludos!

Kt dijo...

y la historia va a seguir o la vas a dejar ahi? jaja tanto misterio!! pensé que iráin a un recital en la primer parte, en esta ya caí que era una expo...por tu manera de escribir caigo en la cuenta de que es tu primer expo ¿no? jeje a todos nos pasa, la primera vez que vas a uno de esos antros te sentís "raro" vistiéndote normal ^^ jajja
bueno joaquincito, muy buen escrito!! muy interesante y muy bien narrado...¡las puertas de mordor! XDD jaja!!! muy bueno ^^
besotes enormes!!

Kt dijo...

faaaaaaaaaaaaaaaaa posta que tantos? y como haces para flashearla tanto? no será que, como en alicia en el pais de las maravillas vos comes unos hongos de procedencia dudosa? XDDD
espero lo que sigue!!! ^^

Kt dijo...

joaco ¿me hacés un inmenso favor? me dirñias como joraca se hace eso de que uno pueda firmar sin tener que poner ningún código? porque me rompe soberanamente los que no tengo! XDDDD