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2012-03-26

Fragmento Caprichoso 8

Intelectualmente estimulantes


Un pequeño departamento de un edificio largo y menospreciado, un cuarto oscuro y el contorno luminoso del borde de la puerta que da al pasillo. Pisadas y el sonido de la llave abriendo la cerradura. La puerta se abre y dos siluetas aparecen, una de ellas entra junto a la puerta y hace pasar a la otra.
J—¡Pero que frío que está tu departamento Alejandro!
A—¡Cierto! Lo había olvidado. Es que yo soy casi inmune al frío, me pongo un pulover y ya. Mis manos y pies se enfrían también, pero no me molesta, y como no suelo recibir a nadie en mi casa…
J—Te hace mal que se te enfríen las extremidades Ale. Deberías prender la estufa o ponerte pantuflas al menos.
A—Julia… Yo no uso pantuflas, ni las usaré jamás…
J—Apuesto a que te has usado las medias junto a las ojotas.
A—Solo en pleno invierno— Alejandro había cerrado la puerta, se acerca a la estufa que está en piloto y la pone al máximo para calentar el ambiente. Prende la luz, una luz pequeña que deja el cuarto iluminado débilmente bañándolo de una atmósfera de abandono. Al otro lado de la habitación un gran ventanal que da a un balcón, por él se ven algunos edificios, estrellas y muy a lo lejos si se mira con cuidado, el Río de la Plata.
J—El paisaje es hermoso, desde la ventana de mi cuarto solo se ve una avenida bulliciosa.
A—Es un bonito paisaje, aunque me he acostumbrado a su presencia. Solo a veces, mientras camino con un café, me detengo y lo veo como lo vi la primera vez que entré al departamento. ¡Eso es! Voy a hacer café, así te calentás más rápido.
J—¿Eso debo interpretarlo literalmente o hay un doble sentido?
A—Literalmente… Respeto las prioridades.
J—Serán las tuyas, no sabes cuales son las mías.
A—Me las harás saber si realmente son prioridades, supongo— Va a la cocina, la cual está junto al cuarto que es tanto living como comedor. La cocina se separa del cuarto solo por una barra salida de la pared con una mesada de mármol sobre ella. La cocina no es muy grande, por lo cual lo que más llama la atención es el traga-humo. Alejandro pone la pava, no tiene cafetera por que no suele recibir visitas numerosas como para considerar tenerla. Saca café instantáneo de un estante y una azucarera de aluminio celeste y gastado.
J—Noto que tu casa es “bastante accesible”.
A—¿Lo decis por que hay muchos estantes y pocas puertas?
J—Podría decirse así.
A—Mi casa es como yo, dentro de ella podes acceder fácilmente a lo que necesites, pero no es fácil que te dejen entrar.
J—¿También sos frío como la casa?
A—Sí…
J—Pero yo ya estoy dentro y prendiste la estufa.
A—Jajaja! Es cierto. ¿Tomas el café con leche o solo?
J—Iba a decir que me gusta negro y fuerte, pero arruinaría el hilo de la conversación.
A—¿Pero por qué? ¡Jajaja! Si querés poner música, todo lo que tengo está en aquellos discos de allá.
J—Prefiero el silencio, es de noche y ya hay una melodía etérea en el lugar, sumada al sonido del agua a punto de hervir— Alejandro había preparado las tazas con el café, ahora les pone el agua y las coloca en la barra que separa la cocina del resto del cuarto. Julia se sienta en una banqueta del otro lado y agarra una de las tazas para sentir el calor de la misma en su mano.
A—Acá tenés el azúcar, ponele cuanto quieras.
J—Ponele vos la azúcar, no importa si te queda muy amargo o muy dulce.
A—¿La azúcar?
J—Para mi, azúcar debería de ser de género femenino…
A—Sos una rebelde después de todo.
J—Una rebelde conveniente, digamos…
A—Y para mí, las palabras que se refieren a objetos no deberían de tener género.
J—El ser humano necesita personificar hasta lo impersonificable!
A—No entiendo el por qué, si ya hay suficientes personas como para tratar con ellas.
J—Será que las personas tienen voluntad y los objetos no, y uno puede imbuirle a los objetos la propia voluntad…
A—Siempre y cuando sean sus propios objetos.
J—¿Y qué define que un objeto te pertenezca?
A—Que lo compraste, lo ganaste, lo posees, está en tu casa…
J—Por más que lo compres, o lo ganes según algún reglamento legal o no, si lo perdés y alguien lo encuentra deja de ser tuyo. Si un objeto lo posees o simplemente está en tu casa, lo que define que sea tuyo es el poder físico que tenes sobre él. Por lo tanto, no hay verdadera propiedad, solo posesión circunstancial.
A—Esa idea sería muy barbárica hoy en día, uno de los logros de la civilización es justamente menguar el autoritarismo físico.
J—¿A cambio de un autoritarismo legal? ¿Y como se sostiene ese autoritarismo legal? Con ejércitos, armas atómicas, distribución estratégica de los recursos en beneficio de los líderes… Después de todo sigue siendo todo muy físico. Pero estábamos hablando de los objetos, no del sistema.
A—¿Cómo aplicarías tu idea sobre los objetos a la modernidad? Ya qué, si una idea no puede aplicarse, no pasa de ser una fantasía.
J—La propiedad sobre los objetos no debería de existir como concepto de propiedad. Debería de considerarse un intercambio de beneficios entre el sujeto y el objeto. El sujeto es merecedor del objeto en cuanto lo preserve y lo mantenga útil. De este modo el sujeto debería de ser también propiedad del objeto. Debería de haber una relación de mutuo beneficio entre el sujeto y el objeto.
A—Pero eso es como atribuirle personalidad a los objetos…
J—Pero, eso ya lo hacemos de cierta manera. Con la diferencia que hoy en día descartamos los objetos como si no valiesen nada.
A—Tenes una postura muy materialista…
J—Sí y no. Materialista en cuanto que considero que lo material es lo más real y que los objetos son importantes. Pero no materialista en el sentido económico. Soy posesiva con mis objetos, y son mis objetos los que me sirven y a la vez yo les sirvo. Pero los objetos que no tienen una relación conmigo y que sí pueden tenerla con otro, deberían estar con el otro.
A—¿Y te despojás de todos esos objetos que ya no usas?
J—Lo hago, siempre que encuentro a alguien que crea yo que los merece… A vos te obsequiaría un par de manoplas de lana que no uso, jajaja!
A—No creo que yo pueda establecer una relación con un par de manoplas de lana…
J—¿No? Es cuestión de que las uses un poco en este invierno que se avecina…
A—Mejor que las relaciones se establezcan entre personas, y no con objetos.
J—Creo que tomaste muy literalmente mi planteo. Lo que quise decir es qué, por ejemplo, vos tenes propiedad de tu casa por que te guarece pero a la vez la mantenes en buen estado. Sin embargo no deberías tener…
A—Te entiendo. Sería más fácil decir que uno debería tener solo propiedad sobre las cosas que merece.
J—De cierta manera… En realidad, todo pasa por ser uno mismo lo suficientemente íntegro como para saber qué necesita y qué no, y no andar acumulando cosas que se terminan convirtiendo en un estorbo para uno mismo.
A—Por eso saqué la pared que dividía la cocina del resto de la casa e hice esta práctica barra…
J—Muy práctica a decir verdad, me encanta!

Julia y Alejandro hablaron toda la noche mientras la casa se calentó debido a la estufa. También tomaron más café, y terminaron durmiendo una breve siesta en el sillón que estaba junto al ventanal, hasta que la luz del sol matutino los despertó. Debatieron entonces qué harían con el resto del Sábado.

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17 comentarios:

Sebastian P. dijo...

Jaja, me gusta como piensa Julia. Es mas humana que Alejandro, y esto porser mas materialista, y aceptando como como ella misma dice, el ser humano necesita personificar y imprimirle su voluntad a las cosas. Lo que las empresas y las publicitarias se han apropiado como una expresion propia: "Personalizar". Palabra aplicada a los objetos, si, y mas que nada a los objetos Virtuales. Claro esta que esta personalizacion no puede llevarse a cabo usando items o estilos o configuraciones tan poco "personales" como los predefinidos por esos susodichos fabricantes de objetos. Mas bien, elegir entre opciones ya definidas por otros es pseudopersonalizar, o conformizar, o cualquier otro neologismo que vos mismo podes personalizar (es decir, inventar) a tu gusto. Justamente personalizar algo es inventar o re inventar ese algo o algo de ese algo a nuestro propio gusto o segun un criterio propio. Y mientras mas propio sea ese criterio, mas propio es el objeto y mas personal la personalizacion. La falacia de estos mercaderes esta en crear la ilusion de que algo se puede personalizar con una uniformidad tal, y, sobre todo, de pensar que uno se personaliza por sus objetos. Cosa completamente absurda, puesto que es completamente al reves: los objetos son personalizados por nosotros. La personalidad viene de la persona (el lenguaje lo deja claro), y cuando una persona de define por sus objetos, se cosifica. Y cosificar una persona es lo opuesto de personalizar un objeto, como tambien queda claro.
No se si decir que Ella sea mas materialista que Alejandro. Materialista es decir que si una idea no se lleva al acto, es una fantasia. Platon ya lo dice en Republica, y mas cerca, Galeano. Las ideas no son para llevarlas a la practica, sino para orientar a esta. Julia me parece si una anarquista el el sentido setentista de la palabra. El tema del uso y de la posesion viene al menos desde San Francisco de Asis, y con el socialismo y el Anarquismo ruso y frances la cosa se volvio a considerar. La propiedad y la propiedad privada o comun, ect.

Sebastian P. dijo...

Jaja, si, definitivamente me gusta esa chica. Comparte una opinion escencial conmigo acerca de la posesion solo justificada por el uso. Y eso se adapta tambien a las personas, que no deben ser sostenidas salvo cuando realmente hay relacion (Quien menos posee menos es poseido, el esclavo es el amo del amo, la amistad es un sendero en el bosque, ect ect). Esa integridad socratica, esa definicion en la personalidad. Se podria decir que Julia depura en los objetos su propia cosificacion, y queda entonces libre para ser sujeto y para relacionarse como persona.
Eso respecto a lo ideologico. Como siempre, genial fragmento maese, como ya me tiene acostumbrado. Si hablamos de la ambientacion, me parece genial, tan genial como un Bar para una charla, pero, tal vez por lo atractivo de los personajes y algunas puntas en el dialogo, y el hecho de que el tema principal sean los objetos o los sujetos o, tal vez, las relaciones, me llevo a pensar en cual era la relacion entre estos personajes. La descripcion del departamento es austera y a la vez detallada, como si tal cosa fuera posible. Pero ademas, los pocos 2 o 3 lugares que son descriptos, creo que tienen un significado importante. Vos, en tus historias, decis mucho con lo que decis, pero tambien decis mucho con lo que callas. Callas, salvo el dialogo, la importancia de las partes de la casa. Y tambien, fuera de lo idelogico, callas toda una trama en lo personal de estos dos personajes, que seguramente pensastes. Lo de la pared tirada abajo me hizo acordar a tu propia casa.

Sebastian P. dijo...

No se si decir que Ella sea mas materialista que Alejandro. Materialista es decir que si una idea no se lleva al acto, es una fantasia. Platon ya lo dice en Republica, y mas cerca, Galeano. Las ideas no son para llevarlas a la practica, sino para orientar a esta. Julia me parece si una anarquista el el sentido setentista de la palabra. El tema del uso y de la posesion viene al menos desde San Francisco de Asis, y con el socialismo y el Anarquismo ruso y frances la cosa se volvio a considerar. La propiedad y la propiedad privada o comun, ect.

Sebastian P. dijo...

De hecho, Julia no considera a los objetos como meros objetos sino como una extension o adecuacion o relacion del sujeto, lo cual no es para nada materialista sino que es mas humanista que la del propio Alejandro, que tiene una postura mas rigida y separa el objeto y el sujeto como irreconciliables.

Sebastian P. dijo...

Bueno, Creo que el personaje de la chica esta esta mas acentuado. Es atractivamente posesiva y desligada a la vez. Ya no se si sostener que es socialista, pero al menos tiene una postura mas clara que la del simple consumista de hoy. Mas equilibrada. Tiene un criterio y eso es atractivo por que deja. Hay algo en ella de Platonico, de principio de especializacion, y como platonica se autoatribuye el derecho de ser la mas apta para decidir a quien delegar cada uno de sus objetos... decision sabia en caso de que sus objetos sean muy personales (y que ademas le traerian beneficiosas relaciones personales, como bien podes imaginar, ya que buscaria gente que aprecie sus objetos apreciados, gente que en la mas de esos casos tambien la apreciarian a ella, personalizadora y dueña de esos objetos, y por eso es que siempre que vemos una chica que esta vestida muy bien, nos suele gustar tambien la chica.. o viceversa jajajaja) pero si ella no fuese muy selectiva, entonces no sabria tampoco delegar bien los objetos. La cosa recae nuevamente en la persona y no en los objetos.

Sebastian P. dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Sebastian P. dijo...

Eso respecto a lo ideologico. Como siempre, genial fragmento maese, como ya me tiene acostumbrado. Si hablamos de la ambientacion, me parece genial, tan genial como un Bar para una charla, pero, tal vez por lo atractivo de los personajes y algunas puntas en el dialogo, y el hecho de que el tema principal sean los objetos o los sujetos o, tal vez, las relaciones, me llevo a pensar en cual era la relacion entre estos personajes. La descripcion del departamento es austera y a la vez detallada, como si tal cosa fuera posible. Pero ademas, los pocos 2 o 3 lugares que son descriptos, creo que tienen un significado importante. Vos, en tus historias, decis mucho con lo que decis, pero tambien decis mucho con lo que callas. Callas, salvo el dialogo, la importancia de las partes de la casa. Y tambien, fuera de lo idelogico, callas toda una trama en lo personal de estos dos personajes, que seguramente pensastes. Lo de la pared tirada abajo me hizo acordar a tu propia casa.

Sebastian P. dijo...

Pero, volviendo a mi historia, algo que pense al principio, es en ciertos departamentos de once o tribunales, entre once y tribunales, esos departamentos que tienen balcones casi goticos, con vista a la avenida y al fondo, muy al fondo, al rio de la plata. Acogedores de tan solitarios, seguros de tan olvidados... Imagine al instante uno de esos departamentos, en los que a mi me encantaria vivir.. de hecho pense tambien en escribir algo que transcurriera en esos departamentos.. con un balcon tambien.. pero la naturaleza de mi idea era otra.. tal vez la escriba.

Sebastian P. dijo...

ero bien, ellos dos entraron a la noche.. yo diria a la 1 o a las 2 de la mañana.. seguramente venian caminando.. ¿de donde, de hacer que? Era una noche fria.. Alejandro deberia ser un tipo solitario para vivir en ese departamento.. De Julia me imagino varias cosas.. pero el, Alejandro, ¿que hace, de que vive? Jaja, me encantaria saberlo para poder llegar yo tambien a ese departamento jajajajaja. Esa terquedad de Alejandro, incapaz de ceder en esas trivialidades (el frio, las pantuflas), pero capaz de ceder quizas en otras cosas y no sin muchas razones, sencillamente me hacen acordar a mi mismo.

Las primeras partes del dialogo son harto interesantes y quizas son desapreciadas por la brillante discusion ideologica que viene despues. Pero, in principio esta lo humano, y eso me interesa por que es el trasfondo, el fondo, gestalticamente hablando, y, arriesguemos, no solo de los personajes sino quizas (y como no puede no ser) tambien tuyo.

Sebastian P. dijo...

Digamos que llegan desde afuera, de la calle y a la madrugada.. ¿de hacer que? y esto es importante para definir la relacion. ¿que dia es? Viernes, claro esta. ¿entonces? Son estudiantes, o se encontraron para comer despues del trabajo. Es probable. tal vez no hagan nada, opinion atractiva pero incongeniable con la idea de que uno viva solo. No parecen ser pareja, o al menos no parecen serlo directamente, o definidamente... Hay varias indirectas, casi totalmente por parte de Julia, que no se sabe si son casuales o intencionadas. Me da la apariencia de que no se si hay diferencia de edad, de quien es mas grande, o de si no hay diferencia.
Me quede pensando en el final de la historia. Dice que la siesta fue breve y que hablaron toda la noche, pero al despertarse, dice que decidieron que hacer el "resto del sabado", por lo que calculo que deben haber dormido bastante para que se hable del resto y no del sabado (suposicion no necesaria y solo mia). Pero decis tambien que los desperto la luz matutina y que hablaron toda la noche, siendo ya de noche cuando llegaron... entonces, o mi conclusion de "resto del sabado" es erronea (maldito lenguaje) o bien la luz diurna los desperto, pero se levantan mucho despues.. por varias razones.. o tal vez fue que paso esto(nueva especulacion): Al momento de escribir el final de la historia realmente proyectastes que se acostaran tarde y se levantaron temprano, pero en el transcurso algo cambio en la concepcion y terminaron hablando del "resto del sabado".. ¡ja ja!, que rebuscado, pero es posible. Por el dato final de la siesta del sofa, da a pensar a un malpensado como yo que las insinuaciones lograron pasar a algun estadio mayor cuando se agotaron los temas de conversacion.

Sebastian P. dijo...

Pero esto es por que en mi experiencia personal es lo que ha pasado jajaja. Seria raro (y de hecho lo es, pues sucede) que pasara al reves, primero el sexo y despues las conversaciones jaja, pero en mi caso, conversador nato (no puedo decir lo mismo de lo otro, pero quien sabe jajaja, es lo apolineo dionisiaco, y yo soy una mezcla extraña de ambas) siempre se dio en el orden que te mencione. Y creo que es el mas natural, y es sencillo por que: Despues de tener sexo no quedan muchas ganas de hablar de nada :P.

saludos

Sebastian P. dijo...

PD: no se si comente, pero ontologia de bar fue al final completada.

Sebastian P. dijo...

PD2: se me ocurre ahora una exelente regla de conducta, la cual resaria que para llegar a encamarse con alguien convendria aunque sea una vez, haber agotado los temas de discusion :P

Jora dijo...

Contestándole a Sebas…

Empiezo por el principio, del relato. Sí, era la medianoche, aproximadamente entre las doce y la una de un Viernes, cuando Julia y Alejandro llegan a la casa. Probablemente vienen de haber comido en algún lado. Como ambos tienen más de veinticinco años pero menos de treinta, es poco probable que vengan de la facultad aunque no descarto esa posibilidad, francamente no me detuve a pensar en ello.
Lo que sí, ambos estudian y o se dedican a profesiones diferentes, por lo que en verdad no sé como es que se conocieron y que es lo que los ha encontrado ese día. Ambos se conocen hace algún tiempo, probablemente hace más de seis meses pero menos de un año. Lo que los unió fue las personalidades y puntos de vista de ambos, es decir, que se atrajeron intelectualmente antes que eróticamente.
Un poco de su apariencia. Ambos miden más o menos lo mismo, él tiene pelo corto negro y la barba muy cortita pero no afeitada, ella piel blanca y pelo negro rizado. Alejandro tiene normalmente un rostro serio, salvo para con quien se lleva bien, aunque entre sus comentarios serios se puede identificar si se lo conoce, pensamientos sarcásticos. Julia tiene ojos llamativos y nariz pequeña, rasgos redondeados y tiende a sonreír mucho. Ambos suelen no usar ropa de marca y o deportiva, y hasta se podría decir que la mitad de su guardarropas es propio de una feria americana. De todos modos, ambos son muy prolijos y son meticulosos a la hora de elegir y usar perfumes. Julia valora mucho las prendas tejidas y él las que le resultan cómodas sin parecer estéticamente descuidadas. Una semana antes del relato se encontraron tomándose de las manos mientras viajaban en el subte línea A…

Podría mencionar que esa azucarera de aluminio celeste y vieja es el cacharrito de las piedritas que yo tengo, que antes supo ser una azucarera y creo que era de un bisabuelo mío…

Creo que no aclaré bien que Alejandro no prendió toda la luz del cuarto, solo un poco.

Jora dijo...

Habrán estado los dos hablando hasta aproximadamente las cuatro de la madrugada, ya habiendo bebido más café, u otra cosa. Y continuaron hablando en el sofá. En el sofá no hablaron más de ideologías, sino que hablaron de ellos y de cosas íntimas. Alrededor de las cinco y pico Julia se durmió y Alejandro entonces se permitió dormirse también. Para entonces la casa estaba muy acogedora por que habían sido unas cinco horas de tener la estufa al máximo. Como en invierno el Sol tarda en salir, amaneció más tarde, alrededor de las ocho. Sin embargo, no fue el primer rayo de Sol el que los despertó. De todos modos, estuvieron resistiéndose a levantarse un rato bien largo. Al fin se levantaron del sillón y desayunaron algo, y hablaron el resto de la mañana sobre, justamente, lo que habrían de hacer el resto del Sábado, que sería a partir del medio día. Podría agregar que muy probablemente Julia se iría a la casa a bañar y cambiar de ropa, ya que ambos son bastante “limpitos y prolijos” en relación a la higiene y estética.

La sección “filosófica” del relato se basa en unas ideas que estaba articulando un Sábado a la mañana, mientras que esperaba el colectivo que me llevaría al trabajo. Están inspiradas un poco en la “economía de recursos” y en el “cooperativismo”, y también, en el desprecio que tengo al trabajo en relación de dependencia a un patrón. La idea en mí de la posesión estaba más enfocada a la relación del empleado para con el trabajo, pero también se aplica a los objetos y a las relaciones con las demás personas. Estuve a punto de extender en el relato el tema para con las relaciones, era el paso siguiente, pero se hubiese hecho muy largo. Pero, muy probablemente Julia y Alejandro sí lo hicieron mientras hablaban en la barra de la cocina. Ahora bien, el por qué… En realidad parece un poco descolgado el dialogo filosófico, y parece ser el centro del relato. Y no lo es, ya que en verdad el relato es solo una herramienta para enfatizar el título del relato, “intelectualmente estimulantes”. Esto se debió a que los personajes se atraen principalmente por la forma de pensar y hablar que tienen. El punto es que, habiendo llegado al departamento de él, en penumbras, y habiendo una interacción sexual entre ellos, aun así privilegian el desvelarse hablando.
(Eso no quiere decir que dejen de lado el sexo, al fin y al cabo, les quedaba el resto del Sábado y también todo el Domingo)

Jora dijo...

PD: Julia cuando habla de la interacción entre los sujetos y los objetos, y los personifica en cuanto sean útiles, etc. Lo que pretende es establecer un sistema moral para la posesión de las cosas, y las acciones para con las cosas. De modo que sí, combatir el consumismo y el esclavismo a los objetos. Aunque esa moral se extendería a toda acción e interacción.

Eri dijo...

Me gustan varias cosas de este texto . Primero las descripciones , después el toque de humor , la fluidez en el diálogo y el hecho de que al final se complejice . Podría ser una mini obra teatral :)