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2013-02-22

Estimulando al otro


Ensayo sobre los estímulos internos y externos a la hora de influenciar a otros...

Básicamente, los estímulos internos son todos los que se generan en uno mismo.  De por si cualquier fenómeno racional no puede considerarse un estímulo, ya que el estimulo favorece el fenómeno racional y por lo tanto no pueden ser lo mismo.  Es necesario dar por sentado que hay una aspecto de uno mismo que no es racional, y entonces de ese aspecto es que tiene que venir el llamado estímulo interno.  Ese estímulo puede o no ser buscado, pero si no es de un origen racional no se lo va a poder encontrar necesariamente con una actitud racional.  No hay que confundirse, parecería entonces que el estímulo interno es el instinto y no es así.  La capacidad de razón puede analizar el estímulo una vez que se percibe, pero la naturaleza del estímulo no se puede prever.  Se podría decir que los estímulos internos simplemente suceden, al menos por ahora...

Los estímulos externos son todos aquellos fenómenos que no provienen de uno mismo, son externos a uno mismo...  Y entre ellos se encuentra todo lo que puede existir en el universo excepto uno mismo.  Entonces todo intento de influenciar a alguien es un fenómeno externo de ese alguien.  Uno es a su vez un potencial estímulo externo para todos los demás seres del universo.

Creo entender que nuestro “yo” racional es una función y que el interior y el exterior se comunican constantemente y el “yo” intenta interpretar esa comunicación.  Si algún cintifisista duda de esto podría decirle que el exterior (el universo) se comunica con el interior (el inconsciente) constantemente y nosotros nos enteramos luego de ello.

En principio, todo estímulo genera una de dos respuestas para un ser, o bien es positiva, o bien negativa.  La respuesta que uno tiene en principio ante los estímulos externos es la de mantener la integridad.  Cualquier fenómeno que aparente amenazar la integridad del individuo representa un problema a evadir o superar.  Cualquier fenómeno que aparente ser beneficioso para la integridad del individuo representa una oportunidad de fortalecimiento y se lo intentará aprovechar o asimilar.


Ahora bien, cuando uno quiere generar un cambio se dice que tiene que “venir de adentro”.  Es decir, tiene que cambiarse el patrón con el cual se valoran los estímulos.  Dado que los estímulos más influyentes son los internos, y que son los primeros, y también incluso el filtro de los externos, es la interpretación de los estímulos internos lo primero que hay que corregir.  Eso se podría decir que es “introspección”, aprender a discernir sobre uno mismo, darse cuenta de cuando se generan emociones, por qué y que es lo que hacemos con ellas...  Así aprendemos a controlarnos, aprendemos de nosotros mismos mas bien!  Y ese darse cuenta no es algo que uno pueda prever, uno no dice “bueno, voy a darme cuenta de mi mismo tras una noche de introspección y mucha café!”.  Es el darse cuenta lo que genera el deseo de la introspección, es decir, que el “darse cuenta” es un estímulo interno...


¿Entonces como diantres influenciamos a alguien para que sea un poco introspectivo?  Ahí hay que jugar con la mente del otro, independientemente de las intenciones para con ese juego.  Hay que “invitar” a uno mismo a ser sensible con sí mismo.  Difícil, por que a penas esto sea percibido como una amenaza a la integridad del orden que uno mismo ya tiene, será rechazado, mandado a la mierda, se generará una acción repelente para con el estímulo externo.
Lamento decir que no tengo la pedagogía como para decirles cómo es que se “juega” con la forma en la que se interpretarán los estímulos.  Pero, al menos puedo hacer dos últimas observaciones que creo muy importantes.

Primero, debemos saber que nosotros estamos siendo estimulados todo el tiempo por nuestro exterior e interior.  Entonces, a la hora de aconsejar, influenciar, interpretar, opinar, debemos tener en cuenta que toda interpretación y toda respuesta nuestra está afectada por el patrón que ya tenemos sobre las cosas y por las emociones asociadas a las experiencias vividas (y también instintos)  Entonces, nuestra actitud no es pura, es condicionada, y por eso es fundamental ante todo prever nuestro prejuicio y no darnos por sentados como correctos.  Nuestra opinión no es un dogma, sino una teoría, y debemos ser capases nosotros mismos de refutarnos y de criticarnos.
Es decir que debemos discernir nuestra motivación para expresarnos.

Segundo, sin importar la intención que tengamos, nunca seremos interpretados como quisiéramos que nos interpreten.  Entonces es importantisimo reducir al máximo posible el margen de error en el mensaje.  Y para eso es esencial ser claro y diplomático.  Salvo que la nuestra sea una intención de ofender o manipular, las actitudes peyorativas, los agravios e insultos y todo tipo de degradación de la imagen que se tiene de la otra persona, genera inevitablemente una interpretación distorsionada del mensaje.
Es decir que la actitud que adoptamos al dar el mensaje condiciona la interpretación del mismo, si yo pido algo a las puteadas probablemente no me lo den o me lo den arrojándomelo por la cabeza...


Dejo de lado las expresiones artísticas y no desarrollo más el texto.
¿Opiniones, criticas, influencias para mis estímulos internos?


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1 comentario:

Ella también dijo...

Tener en cuenta ante todo qué tipo de estímulo somos para la persona con quien interactuamos y tomarlo como una condición fundamental para jugar el juego, en otras palabras, particularizar un poco la cosa para vislumbrar con quien tratamos. Cada uno con su metodología propia. Es mi humilde opinión.
Difícil tarea esta de poner en palabras tamaños mecanismos del ser humano. Bien logrado!
Mis saludos para usted!