“Recuerden que un blog es como una amorfa masa biomecanoide llena de cilicios y falanges qué alegremente se alimenta de vuestros comentarios!”

COMENTARIOS CON VERIFICACIÓN DE PALABRAS

Los comentarios en publicaciones con más de 7 días tardarán un poco en ser publicados.

2018-07-08

persecucion y convocatoria

Un pequeño grupo de personas con actitud hostil y cabezas tapadas avanza lentamente acercándose a otro pequeño grupo de personas, todas diferentes, vestidas de cualquier manera libre. El segundo grupo se reúne, por que estaban dispersos, y empiezan a caminar alejándose del primer grupo. El primer grupo los sigue, siempre a paso normal. En un momento el grupo perseguido empieza a golpear puertas, y se cierran ventanas, y negocios, pero algunas personas salen y empiezan a marchar con ellos también golpeando puertas. En otro momento empiezan a aplaudir, piden con cantos que todos se les unan, y se siguen cerrando ventanas, y negocios, y otros se les unen. Luego de un rato el grupo perseguido, pesa a quienes le son indiferentes, ya ha sumado una buena cantidad de personas y supera considerablemente la cantidad del grupo de encapuchados. Ambos grupos siguen avanzando, siempre a paso normal, hasta llegar a la plaza principal del pueblo. En la plaza el grupo de encapuchados intenta acorralar a los perseguidos, pero estos ahora son una enorme mayoría. Empiezan a cantar, les exigen que se vayan, y como los encapuchados no se van son rodeados y por la fuerza les quitan las capuchas. Entonces, el grupo de los encapuchados se les unen y cantan todos juntos, revelando que era todo un simulacro. Y este simulacro lo repiten todos los años, y cada año se suma más gente.

Esta tradición de mi pueblo empezó hace mucho tiempo. Alguna vez que las bandas fascistas recorrían las calles para hacer escarmentar a quienes eran diferentes. A los zurdos, a los gays, a las lesbianas, a las feministas, a los negros, y los paganos, a los libres de pensamiento. No nos ponemos de acuerdo en como fue exactamente que todo cambió. Algunos dicen que la indiferencia de la gente fue vencida cuando la mayoría se dio cuenta de que su "normalidad" no era más que una "normal individualidad única". Otros dicen que la gente simplemente se cansó del fascismo e intolerancia. Si bien no hay fotos por que no habían cámaras, todos los relatos orales concuerdan en lo mismo. En una confrontación entre una concentración de fascistas y una concentración de diversidades, mientras que la hostilidad y número de los fascistas los obligaba a replegarse, de las casas iban saliendo personas que se sumaban a resistir contra los fascistas, mientras muchos cerraban sus ventanas y negocios, otros salían para unirse, y se sumaba gente por las calles y los cruces. Lo que había iniciado como un repliegue se había convertido en una convocatoria. Esos dos grupos iban sumando gente del pueblo y al llegar a la plaza principal el grupo que confrontaba a los fascistas era tan grande en número que éstos tuvieron que replegarse y huir.
Con el paso de los años las pandillas fascistas se redujeron en número, y también fueron perseguidos no tan amistosamente cuando los identificaban. Y es el día de hoy que la gran mayoría de los fascistas se han ido del pueblo.

Si bien ya no quedan bandas fascistas que arremetan en hostigamientos, ahora se recuerda año tras año esa leyenda con un simulacro. Los ahora fascistas enmascarados son parte de los disidentes, simulando, y mientras recorren caminando las calles del pueblo, también van convocando a todos a unirse a la resistencia y a la memoria contra el fascismo. Y mientras más se acercan a la plaza principal, se unen otros grupos, empiezan a haber puestos de ferias, banderas políticas, familias aplaudiendo. El simulacro ya es una tradición y se ha vuelto turístico incluso, personas de todo el país, y del todo el mundo, vienen a sacar fotos o a unirse a la marcha contra el fascismo. Y siempre al terminar la celebración se encuentran muchas máscaras pisoteadas en las calles del pueblo. Más máscaras que las de aquellos que participaron del simulacro. No es posible que hayan más fascistas por ahí perdiendo sus máscaras, parece ser que mucha personas llevan máscaras para tirarlas deliveradamente en el piso y pisotearlas. Asumimos que la mayoría de esas máscaras son fabricadas especialmente para ello, pero puede ser que algunas de ellas, de algún modo, hayan sido arrancadas de la cabeza de alguien.
Esta es la tradición de mi pueblo, y de la que estoy orgulloso. Hoy me toca a mi portar una máscara y perseguir a las personas libres hasta la plaza, y luego de esa experiencia incómoda me uniré a la fiesta. ¡Y en nuestro pueblo jamás volveremos a tolerar a los intolerantes!

.

1 comentario:

Sebastian P. dijo...

Estupendo relato, corto pero preciso. Lo incluiria en una antologia de tus relatos :3
Pienso que este relato se podria haber acabado tranquilamente en el primer parrafo. Hubiera sido mucho muy genial. Dejar la alegoria flotando ahi, sin explicacion. Los otros dos parrafos son mas ensayo que literatura. El segundo parrafo es literalmente una explicacion de la alegoria en el primero. Yo hubiera dejado solo la primera oracion: "Esta tradicion de mi pueblo empezo hace mucho tiempo". Fin. Y listo, ¡hala, a tomar por culo! Y que los lectores comprendan jaja.