Ella, la menos pensada, la que yo nunca pensé que iba a decir justamente eso que dijo. Alrededor mio los esbirros sociales con su pantomima inducida, y ella! Ella fundiéndose con los esbirros, diciendo lo que yo no creí que iba a decir. Ella con los esbirros rodeandome...
Otra vez estoy solo con la música...
Puede que mi problema sea que soy de los que escuchan y no de los que bailan. Si bailara podría bailar con alguien... Pero ahora que lo pienso, el que baila también está solo. Entonces podría ir al grano y admitir que mi problema es que soy solo, y no digo que “estoy solo”, digo que “soy solo”. ¿Y por qué problema? Si yo soy solo, si soy lo que soy, y cada cual es lo que es. Eso quiere decir que no puedo aceptar mi entorno... ¡Ay, esa actitud heróica! ¿Acaso el heroísmo no es en primera instancia creer que algo o todo está mal y que uno tiene la respuesta? Ser héroe es ser narcisista y fingir lo contrario. Por lo tanto, no es mal que esos esbirros den rienda suelta a su naturaleza.
He de aceptar mi naturaleza solitaria e inconformista, crítica, protestante. ¡Ah, bendita escritura, que me permites convertir una simple queja en un texto!
J. R. Armental
T20121115H2340
Post-Caba
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