Nos quedamos estupefactos contemplando esa enorme habitación semejante a una mezquita. En ella se encontraban los “hermanos de la estación de juego” realizando alguna clase de ritual. Todos y cada uno de ellos estaba frente a una maquina con la que interactuaba, parece ser que a través de ella es que tenían contacto con su dios. Decidimos bajar unas escaleras para inspeccionarlos de cerca total, parecían demasiado hipnotizados por las máquinas como para que notasen nuestra presencia.
J—Bajemos por esas escaleras para inspeccionarlos de cerca total, parecen demasiado hipnotizados por las máquinas como para que noten nuestra presencia
L—¡No, es peligroso! Tendríamos que haber pedido permiso a alguien para entrar, o haber preguntado.
J—Pero si no había nadie a quien preguntar ni pedirle permiso, si alguien se nos acerca o dice algo le preguntamos o pedimos permiso.
B—O le decimos que estamos buscando un baño!
J—Esa siempre es una buena alternativa.
L—No creo que nos la crean.
B—El “no” ya lo tenemos, vamos por el “si”.
J—¡Ese es el espíritu aventurero que me gusta, vamos!
Bajamos las escaleras de piedra sin barandal y nos encontramos en el patio de adoración virtual. Efectivamente, los hermanos de la estación estaban totalmente en trance conectados a esas máquinas misteriosas, quizás realmente allí encuentren al dios que nosotros buscamos en vano en imágenes o estampas, al menos las máquinas les contestaban a sus plegarias de alguna forma… Caminamos entre los sujetos, la gran mayoría eran muchachos jóvenes, y no tan jóvenes pero no lo suficientemente adultos, habían muy pocas mujeres. No pudimos identificar claramente lo que las máquinas mostraban, tal vez era necesario adquirir ciertas capacidades particulares para comunicarse con esos aparatos. No era de extrañar, manejaban los controles como si lo hubiesen hecho desde bebes, tan hábilmente como cualquiera camina, puede que realmente sea así.
B—Me pregunto cuanta vida real habrán sacrificado estos tipos para vivir sus vidas virtuales?
J—¿Vos podes estar seguro de cual es la vida virtual y cual la real?
L—Eso es una tontería, no se puede confundir la realidad con la realidad virtual.
B—Si se puedo, tanto que hasta he soñado jugar al Age of Empire!
J—Yo también, jajaja!
L—Pero no es lo mismo. En la realidad hay sensaciones que no están en la realidad virtual.
J—Sin embargo cuando uno sueña siente el sueño como siente la realidad, muchas veces mas intensamente.
B—Bueno, teniendo en cuenta que lo que percibe nuestro cuerpo es transformado en impulsos electroquímicos que interpreta el cerebro y luego transformado en información, la mente podría generar información similar de modo que algo virtual nos sea a nuestra conciencia algo real.
J—Entonces no podemos saber con exactitud si lo que percibimos proviene de la realidad o es creación de nuestra mente.
L—Por mas real que nos parezca un estímulo en la mente, podemos sentir si es falso o si es real, eso es lo importante!
B—Lo que uno sienta no tiene por que ser importante para definir la realidad.
L—Si la realidad personal.
B—Digamos que lo que uno siente justifica o no cierto aspecto de la realidad para uno mismo, pero no altera en verdad la realidad.
J—Pero lo que verdaderamente importa es lo que sentimos acerca de las cosas, no importa tanto se es verdad, es verdad para nosotros y por ello nos afecta directamente!
B—Eso es cierto, pero…
L—¡BASTA! Dejen de filosofar, este lugar me da escalofríos!
J—Te dije que te traigas una bufanda, vos siempre tan descubierta.
B—Por que se hace la santa, pero es una exhibicionista!
L—¿Escuchaste lo que dijo?
J—Si, pero es cierto…
L—¡Vos tenés que defenderme!
—¡Ustedes! Dejen de hablar que distraen a los hermanos. Esperen su turno en el área de espera.— Se trataba de un sujeto grandote vestido de amarillo con una remera que decía “Administrador de la Estación”. Señalaba un área en la que otros cuantos sujetos estaban sentados y absortos en pensamientos, o mas bien, lo que parecía una falta total de pensamientos.
L—Parece que estas personas solo viven en sus máquinas virtuales y sin estas son solamente cuerpos sin voluntad.
B—¿Alguna vez tuvieron voluntad?
J—Creo muy difícil distraer a estos individuos. Podríamos ponernos a cantar a viva vos la marcha peronista y no se darían cuenta!
—¡Esperen! Ustedes no pertenecen aquí… ¡Identifíquense!
B—Estamos buscando el baño…
J—Vimos luz y entramos…
L—¡Cállense!— Dirigiéndose Lucía a nosotros dos, y luego dirigiéndose al sujeto que nos interrogaba. —Perdón, queríamos ver que había acá dentro, pero ya nos vamos. Solamente díganos por donde está la salida.
—¡NO! No pueden irse ahora, han descubierto la sagrada estación del juego, el lugar en el que los iluminados hermanos perfeccionan sus almas con las máquinas benditas. Ahora deberán limpiar sus almas de pecado y recibir los santos evangelios interactivos!
L—Yo no tengo que limpiarme nada!
J—Creo que es mejor que nos vayamos de acá antes que lleguen mas locos como esos, me hacen acordad a la Iglesia Universal…
B—“Perfeccionan sus almas”… Apuesto que los evangelios interactivos se venden por separado!
J—Jajaja, si. El primero te lo regalan o te lo dejan probar acá, y luego tenés que ir comprándote mas y mas evangelios para seguir perfeccionando tu alma.
L—¡Vienen mas de esos tipos locos, mejor nos vamos rápido!
J—Si, mejor nos vamos.— Efectivamente, nos estaban rodando ya los “administradores”. Se acercaban con una suerte de implementos inalámbricos. —¡Rápido! Subamos sobre las máquinas, no creo que se atrevan a romperlas.— Subimos a las máquinas.
—¡Bájense de allí pecadores!— Decían los administradores. —Deberán pagar por los daños, y por el sacrilegio, por supuesto!
Como Lucía tenía las piernas mas cortas de los tres tuvo que trepar por sobre uno de los hermanos en pleno proceso de perfeccionamiento, ni se dio cuenta… Subimos los tres sobre las máquinas y corrimos sobre ellas. Saltamos a otra hilera de máquinas mientras los administradores nos trataban de agarrar.
L—Siento como si estuviese dentro de una pantalla de Mario Bross.
B—¡No pienses en ello! Puede que sea contraproducente y quieras quedarte.
J—Este lugar nos empieza a influenciar. ¡Corran!
Logramos llegar hasta un extremo de la habitación y llegamos a una salida medio oscura, la atravesamos sin dudar y sin pensar a donde nos llevaría. Corrimos con nuestras fuerzas por un pasillo largo, nos encontramos con una bifurcación y tomamos la de la izquierda, luego corrimos por el pasillo y bajamos unas escaleras. A lo lejos vimos una luz tenue y un ruido espantoso…
B—¡Es la música j-rock, estamos salvados!
J—De todos modos no te confíes, seguí corriendo.
L—Paren, estoy cansada y parece que ya los perdimos.
J—No deben alejarse demasiado del centro de su templo, quizás fuera de él no tengan mas poder.
B—Prefiero no averiguarlo.
Llegamos a un pequeño balcón desde donde veíamos entre dos edificios la avenida principal llena de gente moviéndose como una maza sin forma. En el balcón un puente angosto nos llevó a una entrada en una torre y dentro de ella subimos una escalera caracol. En la sima nos encontramos con un puente-escalera, lo subimos y luego atravesamos un pasaje largo que nos condujo a una habitación oscura. Dentro de ella nos encontramos una pantallas enormes en las que se veían multitud de personas. Debajo de las pantallas grandes consolas llenas de botones y palancas, frente a la consola un sillón marrón oscuro y una silueta humana sentada en él. Un voz dijo…
—¡Los estaba esperando!
...
...
1 comentario:
¿Dios? ¿Sera que era dios o algo como dios lo que esta sentado esperandonos en el sillon marron? ¿El que maneja mas palancas y mira por las miles de pantallas? ¿El que maneja la consola?
¿Acaso el mismo dios que vende los evangelios interactivos, o acaso el que escribe esos mismos programas perfeccionadores de almas?
Un emocionante escape de una espeluznante situacion, todo se salio de control casi a proposito (muy bien redactada esta parte, los hermanos pasaron de ser pasivos a activos en cuanto notaron nuestra actividad en contrapocision con su inercia. Como ciertas plantas e insectos)
De repente paso de ser un simple paseo, a ser un riesgo. Como en los sueños, del mayor desinteres se pasa al terror puro. Tiene mucho de sueño-pesadilla tu historia, y por eso me gusta. Y por cierto, ¿no notan uds, otros lectores, cierta oscuridad, cierta sobra perversa, lovecraftiana, que va creciendo en narutolandia, sin que nuestros valientes heroes lo sepan? ¿O es solo mi intuicion de lector?
Solo una persona sabe la respuesta, y es la unica que no quiero que me conteste!
No se diga mas, y hasta la proxima!
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